Una de las características más representativas del mundo moderno son los niveles de salud que tiene, ya que a comparación de otros tiempos, las personas viven más tiempo y son más sanas, y gran parte de esto se lo debemos a la cultura de la vacunación, la cual es una practica de sentido común en la actualidad, aunque existen excepciones.
A pesar de los beneficios que ofrece vacunarse a temprana edad e incluso cuando se dan campañas de salud, hay gente que prefiere no acudir por diversas razones. Esto representa un problema de una escala mayor, ya que esta decisión, además de afectar a esa misma gente, también perjudica a los que tienen alrededor. Por esto es necesario saber las razones por las que sucede este hecho y su impacto, ya que así se eliminarán ideas obsoletas y se entenderá la importancia de las vacunas.
Causas de no vacunarse.
Efectos secundarios.
Una de las preocupaciones más grandes que tienen los padres son los efectos que tienen las vacunas después de que éstas se aplican, ya que a veces se reportan fiebres o malestares. A pesar de que son completamente seguras tampoco se descarta que haya casos donde surja un problema. En este sentido, también influye la falta de información porque la gente rechaza esto cuando no saben que les van a aplicar.
Cuestiones religiosas o culturales.
Una de las principales razones por las que se rechazan son los valores o principios que tienen las personas, ya que estos son tan fuertes que incluso hacen caso omiso de las dolencias que ya padezcan. Puede ser porque en dichas culturas se tenga una alternativa más natural o porque no se vea con buenos ojos a los avances tecnológicos y medicinales.
No entender los beneficios.
Mucha gente no recuerda las primeras vacunas que tuvieron en su niñez y cómo ha sido algo que les han aplicado de manera tan natural no llegan a entender los beneficios que éstas pueden tener. Como nunca han visto un caso enfermedades erradicadas simplemente creen que no tiene caso acudir a los centros de salud.
Consecuencias de no vacunarse.
Contraer enfermedades prevenibles.
Este es uno de los efectos más directos que se tiene al no vacunarse, ya que el cuerpo no cuenta con las defensas apropiadas, y se corre el riesgo contraer una enfermedad que nadie más va a tener. Un detalle con esto es que son casos que llegan a durar varios días y semanas, porque las medidas que se tienen son para la prevención pero no para tratamientos.
Contagios.
Una persona que no se vacuna no sólo genera un problema a sí mismo, sino que también a las personas con las que interactúa, ya que es probable que las contagie. En este sentido son más vulnerables quienes tienen un sistema inmunológico débil, las personas mayores o quién ya está enfermo.
Cuarentenas.
En los casos donde se contraiga una enfermedad muy grave incluso se podría aislar a los pacientes para llevar su tratamiento con más cuidado. Este tipo de situaciones pueden cambiar el estilo de vida de las personas y aunque es para bien, pueden tener un efecto psicológico muy fuerte.
Diferencias en el sistema inmunológico.
Las vacunas ayudan a prevenir enfermedades que ya no vuelven a salir en toda nuestra vida, de modo que una persona que no pasó por este proceso tendrá diferencias notables con las personas que sí se vacunaron a tiempo. Es posible que en el futuro sean más propensos a enfermedades y que incluso éstas se transmitan a las siguientes generaciones.