Después de la edad media, durante el periodo del renacimiento hubo un interés muy grande por conocer los valores de las civilizaciones antiguas y aprender lo necesario para aplicarlo en la actualidad, y uno de los pensamientos que surgió gracias a esta curiosidad fue el humanismo.
Esta ideología se podría considerar como la parte más distintiva de este periodo, ya que con el redescubrimiento de las ideas de la era clásica en la mente de las personas también se generó una revolución que cambió su forma de pensar. Su alcance no tenía límites porque podía llegar al aspecto cultural, artístico e incluso el religioso, por lo que sus efectos en las personas también fueron muy variados.
Causas del humanismo.
Interés por el período clásico.
Aproximadamente por el siglo XIII, en Europa surgió un interés cada vez más grande por estudiar las antiguas civilizaciones del período clásico, además de que muchos pensadores comenzaban a adaptar las artes, las escrituras, los valores y la moral de la Grecia y la Roma antigua.
Con este conocimiento se empezó a apreciar el mundo y sus posibilidades, cada persona buscaba reivindicar su independencia, se iba desarrollando su propia identidad y se generaban muestras de un individualismo separado completamente de las doctrinas sagradas.
Consecuencias del humanismo.
Desarrollo cultural.
Debido a que esta forma de pensar avivó el interés en los pensadores del pasado como Aristóteles o Platón, muchas personas se inspiraron para desarrollar su talento de alguna forma, ya fuera en la escritura, la pintura o incluso en la política. Fue por esta razón que después del renacimiento se dieron grandes avances en muchas áreas.
Quienes en ese entonces tenían acceso a la educación aprendían lo que en algún momento se perdió en el oscurantismo de la edad media, ya que la antigua Grecia y la antigua Roma se tomaban como un ejemplo en las artes, en la forma de gobernar y en general, en la vida.
Declive de la iglesia.
Si bien la iglesia fue una de las instituciones que aprovecho esta ideología en sus seguidores, también vio sus enseñanzas cuestionadas por las nuevas cosas que se aprendían. La gente ya no creía ciegamente lo que les decían y se guiaban más por las escrituras originales, por lo que la fe se convirtió en algo que dependía enteramente de las personas.
Pensamientos paganos.
Como los pensadores del clásico no se preocupaban por los temas sobrenaturales o religiosos, se enfocaban más en el tiempo en que la gente estaba viva y hablaban sobre formas de ser feliz o cómo vivir correctamente. Por esta razón se empezaron a desarrollar muchas ideas paganas entre las personas que estudiaron a los griegos y romanos, porque en vez de la salvación al final de la vida, lo que se buscaba era disfrutar ésta lo mejor posible.
Gobierno.
Los dirigentes en ese tiempo tomaron parte del humanismo al conocer cuáles eran los elementos ideales de un gobernante. Lo que aprendían venía de la experiencia de los que ya habían mandado e incluso de las historias de los emperadores del pasado. En este sentido se iban dejando de lado los halagos vacíos, el poder absoluto incluso la divinidad asociada a los reyes.
La persona más representativa de esta ideología fue Nicolás Maquiavelo porque su visión de un líder hacía mucho énfasis en la naturaleza humana, la cual se veía desde una perspectiva muy realista y por lo tanto, no era del todo agradable. En ese aspecto hablaba mucho de que las creencias no debían interferir en el juicio de un líder, por lo que la religión también se descartaba.
Arte más vivo y humano.
Las pinturas muestran uno de los cambios más evidentes durante este periodo, ya que en la edad media no había mucha variedad de estilos y los cuadros sólo trataban de temas sagrados. El humanismo hacía más énfasis en el propio ser, por lo que las pinturas mostraban a la gente más alegre y con estilos únicos. Los autorretratos se volvieron bastante populares y también fueron una evidencia de que el enfoque había cambiado.