
Desde que las personas tienen memoria se han creado todo tipo de historias con un fin específico, ya sea para conocer las hazañas de alguien o dejar alguna enseñanza para las futuras generaciones y en este sentido uno de los elementos que más se destaca es la fábula, la cual perdura gracias a su estructura tan particular.
Existen textos con una complejidad muy grande y hasta temas muy profundos, pero también hay pequeños relatos que pueden tener el mismo impacto sin necesidad de dar muchas vueltas. En este caso se tiene un tema que se puede confundir con otras historias, pero aquí se cuenta con una forma, un estilo y hasta lecciones únicas.
Fábula.
Se trata de un texto narrativo algo corto que busca transmitir una lección moral. Algo que la diferencia de otros estilos semejantes es la naturaleza de sus personajes, porque éstos son animales que se comportan como humanos y además, reflejan alguna cualidad en particular de su personalidad.
Tienen muchos años de antigüedad, ya que data aproximadamente del año 1500 a. C. y los mensajes de estas historias eran prácticamente similares a los actuales, porque sus protagonistas podían ser aves, leones, camellos u otra especie en especial. Después, fue pasando por varios procesos en los que la utilizaban los griegos, la reformaban los romanos o incluso se perfeccionaban durante el renacimiento.
Características.
Si bien es una narración simple y corta, tiene elementos que la distinguen y además de hacerla fácilmente identificable, le dan un gran valor literario y hasta educacional.
El punto más distintivo de la fábula son los personajes antropomórficos, es decir, en forma de animal y cuya cualidad más llamativa es el habla. Cada uno simboliza algún aspecto de las personas, ya que por ejemplo, un león puede ser fuerte y valiente, mientras que una víbora sería calculadora y fría.
También cuenta con otro elemento llamado la moraleja de la historia, que es simplemente el mensaje educativo que busca enseñar. Éste se suele relacionar mucho con la vida cotidiana, porque se hacen analogías que los lectores pueden entender con situaciones que viven a diario para hacer más enriquecedora la enseñanza.
Suele estar escrito en prosa o incluso en forma de poesía y presenta las partes más comunes de cualquier historia como serían los personajes, el narrador y hasta una trama. En general, depende de las regiones donde surja, pero normalmente busca crear un vínculo entre la naturaleza y la gente, mostrando desde los defectos hasta las virtudes que tienen en conjunto. Por esta razón se puede tener la misma moraleja, pero con diferentes versiones porque cada cultura adapta la narración de acuerdo a sus costumbres o valores.
Origen.
Como se mencionó, la fábula tiene muchos años, ya que se ha visto en civilizaciones como los sumerios, pero donde se le empezó a dar la forma actual fue en la antigua Grecia con autores como Esopo. Debido al contexto de la época, en este tiempo se trataba de dar un mensaje para contrarrestar la poca libertad que se tenía o incluso criticar gobiernos de un modo muy sutil, donde los más débiles vencían a los fuertes por medio de su astucia.
Ya en la Francia del siglo XVII, prácticamente se tenían los textos con los que se cuenta en la actualidad, porque se seguía conservando el carácter moral, pero con una tendencia más educativa que atraía a los más pequeños porque autores como Lafontaine recrearon los textos de Esopo, lo cual permitió establecer un ambiente adecuado para dejar buenas enseñanzas.