En la investigación experimental, un científico manipula activamente a un sujeto para examinar los resultados. Para entender las causas de un fenómeno, este método implica una modificación y una prueba controladas. Como el investigador manipula una variable y pone a prueba las demás, este tipo de estudio se utiliza para llegar a una conclusión.
En esta forma de estudio suele haber una hipótesis y una variable que puede modificarse, medirse, computarse o compararse. La hipótesis del científico se confirmarán o refutarán en función de la información recogida. En este sentido, el estudio puede describirse como un experimento.
Pruebas y más pruebas.
Al alterar uno o más elementos independientes y observar los cambios resultantes en una o más factores dependientes, estos ensayos pueden utilizarse para descubrir las conexiones causa-efecto.
Por eso se utiliza el término experimental, para describir el proceso de evaluación de hipótesis mediante la manipulación en un entorno de laboratorio.
En contraste con los métodos descriptivos, busca responder a la pregunta, ¿qué pasaría si?. Por ello, en este campo de estudio se suelen utilizar métodos de recogida de datos cuantitativos.
Control total.
Es importante distinguir entre las muchas formas de estudio. Sólo cuando el investigador puede controlar todos los demás factores, una prueba puede considerarse verdadera. Las pruebas en las que el investigador no tiene control sobre las variables independientes se conocen como cuasi-experimentos.
En este sentido, se dice que el investigador utiliza un enfoque natural si no altera ni influye en ninguna de los elementos independientes.
Mientras que este tipo de ensayos tienen el potencial de la validez interna y pueden probar la eficacia de una intervención específica a través de correlaciones de causa y efecto, es decir, descartando explicaciones alternativas para los efectos observados, las desventajas de esta practica incluyen la posibilidad de artificialidad, es decir, su incapacidad para representar la complejidad de los sucesos del mundo real, así como la dificultad para llevar a cabo la investigación de forma coherente en situaciones prácticas.
Características.
La investigación experimental se diferencia de otras formas de estudio en tres aspectos fundamentales. Como punto de partida, la mayoría de los estudios experimentales tienen lugar en un laboratorio con normas estrictas. Por ejemplo, si un investigador quiere cambiar las variables investigadas, puede hacerlo.
En segundo lugar, se suele utilizar un número limitado de sujetos. De este modo, los investigadores pueden controlar y evaluar con mayor precisión el impacto de los factores independientes sobre los elementos dependientes.
Por último, la duración de dichos estudios suele ser bastante breve. En este aspecto, permite medir con mayor precisión el impacto de los factores independiente sobre la dependiente.
Existen varios métodos para obtener información y datos al realizar una investigación. La experimentación es un ejemplo de este tipo de estudio. Esto se debe a que el trabajo se realiza con un objetivo específico para aprender más sobre un fenómeno o suceso.
Otro aspecto que se puede dar por sentado pero es igual de importante es que debe haber al menos una variable independiente, que es lo que se pone a prueba o se modifica. Debe haber al menos una variable dependiente, que es lo que será afectado por los factores independientes. Por último, en todas las investigaciones debe incluirse un grupo de control. Se trata de un grupo de personas que no están expuestas a los elementos estudiados.
Entornos adecuados.
Los contextos de laboratorio, de campo y hasta de Internet son opciones viables para realizar una investigación experimental. La idoneidad de un experimento suele estar determinada por el entorno en el que se lleva a cabo. Hacer pruebas en un laboratorio tiene varias ventajas, como la del control absoluto en lo que sucede.
Por otro lado, las opciones de campo o Internet ofrecen una variedad más amplia de elementos para estudiar, además de que las condiciones del entorno hacen que los datos recabados estén apoyados por situaciones completamente naturales y reales. Sin embargo, hay muchos factores que afectan la precisión de las conclusiones y por ende, la calidad del trabajo realizado.
Tomando todo esto en cuenta, tu labor debe estar meticulosamente planificada y diseñada, independientemente del tipo de investigación que estés realizando. Como resultado, podrás reunir datos en los que puedas confiar y utilizar.
Temas variados y útiles.
El uso de una técnica de este tipo permite a los científicos controlar los factores y cuantificar adecuadamente la asociación entre las variables y los resultados. El estudio del comportamiento humano, las relaciones sociales y las consecuencias psicológicas pueden beneficiarse enormemente del uso de estos métodos.
Independientemente de la naturaleza del experimento, hay algunas reglas universales que pueden utilizarse. Es fundamental planificarlos de manera que sean repetibles y predecibles en sus resultados. Esto implica que hay que controlar el mayor número posible de factores. Como segundo paso para establecer la validez, deben realizarse con un tamaño de muestra consistente en su tamaño. Por último, deben utilizarse enfoques estadísticos para obtener conclusiones significativas.
En este sentido, mientras el trabajo sea algo que se pueda cuantificar y manejar, puede ser analizado en beneficio de la sociedad, por lo que esto es algo que nos concierne a todos, ya que podemos aprender mucho sobre el mundo que nos rodea realizando experimentos bien planificados y ejecutados.