
Todas las enseñanzas que se dan en la educación tienen un fin en el desarrollo de las personas, y aunque depende del ritmo que tenga cada individuo si las cosas se comprenden al primer intento, hay una serie de conocimientos con los que se debe contar al finalizar y que conocemos como aprendizajes esperados.
Las personas constantemente vivimos experiencias que nos aportan nueva información, pero cuando se trata de una clase, de un plan de estudios o algo similar, lo que se aprenderá será muy especifico y enfocado al tema en cuestión. Esto abre más posibilidades en el desarrollo de cada persona, tanto de los alumnos como de los maestros.
Aprendizajes esperados.
Son todas las enseñanzas y conocimientos que los estudiantes deben poseer como mínimo después de haber cursado un cierto grado educativo. Es un concepto que depende de lo que uno sabe, de modo que mientras los individuos estén en formación, no importará si son adultos o jóvenes.
En la educación actual se suele seguir una estructura bien definida, donde cada nivel educativo es el pilar que apoya la siguiente etapa escolar. Por esta razón se hace mucho énfasis en este concepto, ya que un dominio adecuado de los temas importantes en una secuencia correcta permite que la enseñanza se realice de forma adecuada.
Organización.
Como se trata de aptitudes y conocimientos que funcionan como base para clases futuras, su orden es crucial. De igual forma, un punto bastante relevante es el tiempo en el que todo esto se lleva a cabo ya que en muchos sistemas esto se analiza por periodos anuales, ciclos y etapas en los niveles más básicos, mientras que en los niveles superiores también se ha optado por un periodo semestral.
En instituciones privadas se suelen tener calendarios propios donde el ritmo de las clases varía un poco, pero al final se siguen los fundamentos sobre una educación con una secuencia indicada, donde en cada nivel haya un aprendizaje esperado.
En las etapas universitarias esto se puede ver muy claramente, ya que llega un punto en el que hay clases que simplemente no se pueden tomar hasta que se apruebe la materia anterior. Esto se debe a que hay una seriación directa donde el conocimiento previo es fundamental para entender lo que sigue.
En este sentido, la clave es realizar una secuenciación adecuada y con sentido, que deje que la gente vea por si misma que es lo que necesita saber para no tener muchas dificultades y que de igual forma sepa qué aprenderá al finalizar su educación.
Grupos.
Las metas y los conocimientos adquiridos pueden tomar muchas formas, ya que no sólo se trata de información, sino que también puede ser una habilidad o hasta una manera distinta de pensar. Por eso se pueden categorizar en:
- Saber. Es todo lo relacionado con la teoría, por lo que sólo se trata de información, y como bien dice su nombre, es algo que se evalúa de acuerdo a si se sabe o no.
- Saber hacer. Es donde se pone en práctica lo que se ha aprendido, de modo que implica las habilidades o la destreza de la gente, y donde incluso puede influir la experiencia que se tenga.
- Saber ser. En este caso es donde se reflejan las ideas que tiene cada individuo, ya sea como sus creencias, su actitud con ciertas situaciones o por los valores que posee.
Importancia.
Una de las razones por las que existe este término es porque permite realizar una evaluación del conocimiento que cada estudiante adquiere y así comprobar si la calidad de la enseñanza está a la par de los objetivos planteados al principio. Esto abre la ventana para el mejoramiento de los planes de estudio donde haya deficiencias, o el mejoramiento en distintas áreas, incluso aún cuando los resultados sean buenos.
También permite identificar problemas a nivel individual que requieran otro tipo de metodología, ya que si bien cada persona se puede manejar con un ritmo diferente, hay casos donde otros factores también perjudican el desempeño de la gente.
Al final, son la herramienta perfecta para el docente porque permiten justificar sus acciones y su intervención con cada estudiante. Por esta razón se suelen plantear como objetivos a corto plazo, los cuales brindan un tiempo adecuado para el análisis, la reevaluación o el replanteamiento de nuevas formas de trabajo con los alumnos.