Al trabajar en una industria, se hace evidente que después de un tiempo la maquinaria se empieza a deteriorar y requiere de más cuidados. Aún así, por más precavidos que seamos, hay veces que es inevitable que las cosas fallen, por lo que se tiene que recurrir al mantenimiento correctivo para que todo vuelva la normalidad.
Esta actividad consiste en las reparaciones o la restauración que se le hace a los equipos después de que ya se presentaron problemas. Lo mejor sería evitar que esto ocurriera, pero hay veces que suceden situaciones inesperadas, por lo que esta clase de trabajo tiene sus beneficios, aunque tampoco está exenta de inconvenientes.
Ventajas del mantenimiento correctivo.
Menos planeación requerida.
Es una metodología de trabajo que se realiza al momento, de modo que no es algo para lo que se tenga que estar preparado. Aún así, cuando se presente un incidente se tienen que planear las acciones a tomar, pero sigue siendo un sistema en el que no se tienen que tomar tantas precauciones. En este sentido, se trata de un proceso más simple que se puede realizar en cualquier lugar y que no es difícil de entender.
Sirve para lo necesario.
Una de sus características principales es que solamente se tiene que realizar cuando algo deja de funcionar, por lo que en algunos casos resulta más efectivo que tomar medidas de prevención. Esto se debe a que puede haber equipos que simplemente nunca se descompongan, pero para los que se invierten recursos cuidándolos, pero con este sistema los gastos sólo se realizan cuando es realmente necesario.
Desventajas del mantenimiento correctivo.
Ocurrir en momentos inesperados.
Las fallas normalmente suceden cuando uno menos lo espera, y esta es una de las debilidades más notorias de esta labor. A consecuencia de esto, es posible que se esté muy justo de tiempo para realizar reparaciones y éstas se hagan con prisa y mal. Incluso procurando arreglar las cosas de la mejor manera, es un hecho que se perderán varios días.
Más riesgo de accidentes.
En las industrias donde se trabaje con maquinaria pesada o difícil de manejar, dejar que éstas continúen operando hasta que se desgasten por completo puede derivar en accidentes y en general, en un entorno menos seguro para los empleados. Como no se sabe a ciencia cierta cuándo presentarán un fallo, tampoco se podrá predecir el daño que causarán.
Tiempo.
El simple hecho de que algo requiera ser reparado implica perder horas de trabajo, las cuales pudieron ser utilizadas de una forma más eficiente por los empleados. De igual forma, los periodos en que las funciones están detenidas son momentos desperdiciados.
Máquinas con menor eficiencia.
En los casos donde los equipos aún no presenten fallos, pero no sean revisados, puede provocar que después de algunos meses o semanas su desempeño vaya disminuyendo cada vez más. En este aspecto, es posible que las cosas se desgasten incluso más rápido y si se trata de piezas que forman parte de algo más grande, dañarán más componentes.
Menos productividad.
Como las circunstancias alrededor del deterioro de los equipos a veces resultan inevitables, es posible que una empresa detenga por completo sus actividades. Si bien esto depende de la estructura de las cadenas de producción o de qué tipo de máquinas sean las averiadas, se puede tener un efecto en cadena donde no se fabriquen productos, se rompa el compromiso con los clientes y hasta las ganancias de una empresa se vean afectadas.
