
Cada persona tiene una forma diferente de entender el mundo. Algunas son más visuales y aprenden mejor viendo las cosas, otras son más auditivas y aprenden mejor oyendo, mientras que también hay quien es más cinestésico y aprenden mejor haciendo cosas. Sin embargo, también hay individuos que utilizan herramientas como las analogías, el pensamiento y los procesos detrás de esto.
Independientemente de la forma en que cada uno de nosotros aprenda mejor, hay algunas ideas que son demasiado complejas para que una sola persona las entienda completamente por sí sola. Ahí es donde entra la experiencia y la comparación. Cuando asociamos algo que ya sabemos con cosas nuevas, es posible intentar comprender algo y darle sentido por difícil que sea.
¿Qué es el pensamiento analógico?
Es un modo de pensamiento que se basa en la analogía y la similitud para entender los conceptos. Se utiliza a menudo en campos como las matemáticas, la física y la ingeniería. En éste se intenta encontrar una forma de trasladar una situación a otra para comprender la primera. Esto puede hacerse encontrando un problema análogo que ya se haya resuelto, o utilizando modelos para simular una situación.
Aplicaciones en la vida diaria.
Aunque sus usos puede terminar siendo bastante técnicos, también tiene lugar en la vida cotidiana. He aquí algunos aspectos del pensamiento analógico que quizá no hayas tenido en cuenta:
- Entender cómo funcionan las cosas comprendiendo los principios subyacentes.
- Aplicar los conocimientos de un ámbito a otro.
- Ver las relaciones entre objetos o fenómenos aparentemente no relacionados.
¿Cómo nos ayuda a entender el mundo?
El pensamiento analógico nos ayuda a entender el mundo, ya que nos proporciona una forma de analizar y procesar información que a menudo es abrumadora o compleja. Nos permite ver las relaciones entre las cosas que de otro modo no podríamos ver. Estas ideas han sido utilizadas a lo largo de la historia por grandes pensadores como Aristóteles, que lo utilizó para desarrollar sus ideas hace cientos de años atrás.
En este sentido, este tipo de pensamiento también es útil para comprender las relaciones de causa y efecto. Si vemos que alguien hace algo y luego obtiene un resultado positivo, podemos suponer que la acción causó el buen resultado. Por esto es útil en muchas situaciones diferentes y puede ayudarnos a dar sentido al mundo que nos rodea de una forma creativa y asociativa.
Debido a esto presenta diversos beneficios, ya que nos ayuda a ver el mundo bajo una luz diferente y a establecer conexiones entre ideas aparentemente dispares. Esto se hace al descomponer los problemas en piezas más pequeñas y manejables que permiten su resolución.
Aplicarlo en la vida cotidiana.
A menudo se utiliza para resolver problemas o para comprender conceptos complejos. Por esta razón puede aplicarse en muchos ámbitos diferentes de la vida, como la toma de decisiones, la resolución de problemas y hasta el pensamiento creativo.
Para esto nos valemos de las analogías, que se utilizan a menudo para ayudar a la gente a entender nuevos conceptos relacionándolos con otros conocidos. Cuando las utilizamos, estamos haciendo una comparación entre dos cosas para comprender mejor la segunda. Por ejemplo, cuando alguien intenta explicar lo que significa estar «enamorado», puede decir que es como estar «en las nubes». Esta analogía nos ayuda a entender el concepto de amor relacionándolo con otra cosa que ya conocemos, el cual es la sensación de ser feliz.
En este aspecto, el pensamiento analógico también puede utilizarse para resolver problemas de forma novedosa. Cuando nos enfrentamos a una situación complicada, podemos intentar pensar en una analogía que nos ayude a encontrar una solución. Por ejemplo, si intentamos averiguar cómo ir del punto A al punto B, podemos pensar que es como un viaje de un lugar a otro. Esto puede ayudarnos a ver soluciones creativas para ir de un punto a otro, por ejemplo, tomar una ruta diferente a la habitual, utilizar el transporte público en lugar de conducir, etc.
Darle sentido a las ideas.
No hay una única forma correcta de entender las ideas complejas, sino que hay muchas formas diferentes que pueden ser útiles en distintas situaciones. Así que si te sientes atascado intentando comprender algo por ti mismo, es posible verlo desde otra perspectiva con más experiencia. Puede que te sorprenda lo mucho que podéis progresar cuando simplemente se ve la similitud con otra situación.
En este sentido, para entender algo, a menudo tenemos que compararlo con otra cosa. Esto es especialmente cierto cuando intentamos comprender conceptos nuevas que nunca hemos experimentado. Afortunadamente contamos con el pensamiento analógico, que se basa en nuestra experiencia y creatividad para señalar como dos cosas diferentes pueden parecerse de alguna manera, lo cual puede ayudarnos a comprender uno de los elementos mencionados sin mayor dificultad.