
La lectura es uno de los hábitos que distingue a los seres humanos y nos permite desarrollar la mente comprendiendo una gran cantidad de cosas, pero hay veces que la información en un texto no se capta correctamente, por lo que es necesario conocer una serie de pasos para comprenderlo adecuadamente.
Uno de los propósitos más importantes de las redacciones es transmitir un mensaje, por lo que siempre hay una idea principal que es posible destacar en los documentos. Ubicar los puntos más importantes no es difícil, pero teniendo una base para saber cómo identificarlos mejorará nuestra comprensión y evitará que leamos las cosas mecánicamente.
Comprensión de textos.
Este término hace alusión a la capacidad de las personas para entender lo que está escrito, o en este caso, lo que acaban de leer. Esto implica la utilización del conocimiento previo junto al aprendizaje de la nueva información que se adquiere, por lo que es posible darle un orden donde se progrese en diferentes etapas.
A diferencia de lo que se podría pensar, es una habilidad que nos puede ayudar mucho en la vida diaria, ya que aunque no leamos lo suficiente siempre habrá algún documento importante que sea necesario entender para nuestro beneficio, tal como puede ser el caso de los contratos o los testamentos, aunque tampoco se puede dejar de lado una que otra novela interesante.
Pasos.
Leer todo.
Si bien puede parecer el paso más evidente, es una de las partes más importantes porque implica el familiarizarse con la información que se presenta. Esto debe realizarse de forma calmada, pero procurando no interrumpir el flujo de la lectura. En esta parte no es necesario entender a la primera el mensaje del autor, pero hay que tratar de recordar oraciones que consideremos relevantes.
Ubicar ideas.
Si bien este es el propósito de la comprensión textual, es algo en lo que se debe hacer énfasis para saber de qué trata la redacción. Este caso se puede empezar con preguntas, como por ejemplo: ¿cuál es el propósito? O ¿en qué contexto se dan los hechos?
También es importante relacionar puntos para identificar una conexión o ver si se trata de ideas que llevan un seguimiento. Parafrasear las oraciones puede ayudar a sacar nuestras propias conclusiones sobre lo que el autor quiere decir.
Un aspecto que facilita esto en gran manera es la estructura que suelen tener la mayoría de los textos, ya que siempre siguen una introducción, un desarrollo y una conclusión, siendo el primer párrafo, la introducción, donde se presenta la idea principal, por lo que una vez que se identifique ésta será más sencillo darle sentido al documento.
Subrayar ideas.
Una vez que se identificó la parte más relevante en el primer párrafo, se puede empezar a subrayar palabras para asociarlas entre sí. El tema se irá desarrollando y con éste, las ideas que ya se hayan presentado, de modo que habrá ciertos conceptos secundarios que nos ayudarán a entender el texto de forma global.
Hay que evitar subrayar cosas irrelevantes que no desarrollen el tema o sólo se trate de información adicional o complementaria. Dependiendo del tipo de documento que se tenga, también es importante separar los elementos subjetivos que no influyan en el mensaje, aunque si se trata de un articulo de opinión el énfasis cambia por lo que hay que saber que clase de redacción es.
Hacer inferencias.
Éste es uno de los puntos que diferencia una comprensión literal de una más profunda, ya que permite que se le dé coherencia a la información que se adquiere. Esto implica preguntarse la razón de ser de un artículo, el propósito de un análisis o hasta el estado de ánimo del autor. Esto permite hacer una evaluación del documento con base en nuestro conocimiento previo y lo que vamos aprendiendo para mejorar nuestro criterio y por ende, también nuestra comprensión.
Usar un diccionario.
No hay ningún problema en utilizar esta herramienta, ya que se pueden encontrar palabras desconocidas que dificulten la comprensión de simples oraciones. En este sentido, también vale la pena identificar sinónimos y antónimos que faciliten la lectura y nos hagan identificar más fácilmente términos nuevos.
Volver a leer.
Una vez que se llega este paso ya se está completamente familiarizado con el tema y el conocimiento que se ha adquirido se fortalece y se vuelve algo natural en nosotros. Esto se puede hacer cuantas veces sea necesario e incluso sólo para repasar los párrafos en los que se tenga alguna duda o en las oraciones donde haya palabras y expresiones que justo acabamos de aprender.