
Todos hemos experimentado el miedo en nuestras vidas en un momento u otro. Ya sea al fracaso, al éxito, al abandono, a hablar en público o a cualquier otra cosa, sabemos lo debilitantes y paralizantes que pueden ser estos sentimientos. Pero, ¿qué significa cuando alguien dice «inténtalo hasta que el miedo te tenga miedo»?
Significa que, en lugar de dejarnos frenar por esto y la inseguridad, debemos enfrentarnos a las cosas de frente, con una determinación implacable, para que finalmente se vuelvan impotentes ante nosotros. Aun así, puede parecer más fácil decirlo que hacerlo, pero como cualquier otra tarea, requiere dedicación y trabajo duro; sin embargo, este esfuerzo dará lugar a una versión más empoderada de uno mismo, que ya no permite que sus ansiedades dicten sus decisiones vitales.
Comprender tus miedos.
El primer paso para combatir tus miedos es comprenderlos plenamente. A menudo, las personas tienen una idea general de por qué determinadas situaciones les provocan ansiedad, pero cuando se les pregunta por los detalles concretos no pueden responder directamente, ya que puede haber causas más profundas a esas mismas experiencias que permanecen desconocidas incluso para ellas mismas.
En este aspecto, es importante que una persona que busque alivio para la ansiedad o los pensamientos y sentimientos negativos se tome un tiempo para la introspección, en el que tome nota de lo que desencadena esas emociones en su interior, de modo que pueda abordar mejor esos problemas más adelante.
Afrontar las cosas sin rodeos.
Una vez que una persona ha identificado su fuente de malestar, llega la parte más difícil: enfrentarse a sus demonios sin retroceder, pase lo que pase durante el proceso, aunque las cosas no salgan bien. Esto puede requerir atravesar situaciones que provocan sensaciones incómodas o mantener conversaciones con personas que hacen que los niveles de estrés aumenten considerablemente.
En esencia, ser lo suficientemente valiente no sólo para intentar tareas que nos hacen sentir incómodos, sino también para completarlas con éxito a pesar de cualquier resultado que se produzca después, porque, en última instancia, la valentía engendra fuerza, lo que conduce a nuevos avances en el camino hacia la superación personal.
En este sentido, también debemos redefinir el éxito y el fracaso desde su sentido tradicional hacia algo mucho más liberador, es decir, en lugar de considerar cada experiencia como un éxito o un fracaso basado en criterios externos, como las notas obtenidas tras realizar exámenes o los premios conseguidos tras participar en competiciones; aceptar cada situación objetivamente, reconociendo al mismo tiempo tanto los aspectos positivos como los resultados negativos.
De esta forma se elimina la presión innecesaria sobre nosotros mismos, al tiempo que nos centramos en mejorar el rendimiento general. Esto nos proporcionaría una inmensa liberación, ya que ahora las expectativas son realistas y alcanzables, en lugar de objetivos poco realistas establecidos por la propia sociedad, dejando así espacio sólo para el crecimiento personal, no para las presiones sociales, lo que naturalmente conduce a tener más confianza en uno mismo y por ende, más valor.
Tener Paciencia Contigo Mismo.
Conquistar nuestras preocupaciones más íntimas no es fácil ni se consigue de la noche a la mañana, lo que significa que la paciencia debe entrar en juego aquí para poder avanzar de verdad a pesar de los contratiempos ocasionales que surjan en el camino.
En este aspecto, se necesita persistencia, estrategia y resiliencia combinadas para tener éxito, pero nunca faltarán obstáculos que bloqueen el camino, lo que significa que cada persona debe aceptar el hecho de que a menudo se cometen errores que están fuera de su control, por lo que siempre es esencial hacer un seguimiento del propio estado mental, ya que a veces es necesario tomar descansos y reanudar el proceso una vez que nos hayamos recuperado mentalmente.
Hacerlo así garantiza que nos mantengamos calmados cuando haya cosas que nos provoquen ansiedad y, en ultima instancia, ver que las cosas que nos asustaban son situaciones que podemos dominar razonablemente cuando estamos calmados y somos pacientes.
Creer que puedes superar todos los obstáculos.
Por último, creer que puedes superar todos los retos que se te presenten es un componente clave para luchar contra los pensamientos temerosos y mantener la motivación durante todo el proceso. Investigar y recopilar conocimientos te ayuda a preparar cualquier escenario potencial que pueda surgir en el camino.
Al final, hablar de que el mismo miedo este temeroso de nosotros mismos habla de valor, tranquilidad, paz, paciencia y muchas cosas más. Una vez que se sabe que somos capaces de superar cualquier reto y que los inconvenientes los abordamos con calma, es difícil que haya situación que pueda asustarnos.