Nuestro organismo está formado por muchos aparatos complejos que realizan diversas funciones para que nos desarrollemos adecuadamente y realizamos cualquier actividad sin problemas, y entre todo esto hay partes dedicadas a cosas en específico muy importantes como el caso del sistema nervioso simpático y parasimpático.
Sus tareas en conjunto le permiten a nuestro cuerpo actuar con total normalidad, ya que se realizan procesos en nuestro interior sin que nos demos cuenta, y que van desde correr o hasta dormir. La división de este sistema en particular se da en base a sus funciones, por lo que para entender que separa estos términos, hay que analizar de qué se encarga de cada uno.
Diferencia entre sistema nervioso simpático y parasimpático.
Ambos forman parte de las respuestas involuntarias en nuestro organismo pero mientras que el simpático se encarga de reacciones que preparan al cuerpo para una actividad física mayor por una amenaza o herida, el parasimpático maneja las acciones cuando se descansa porque permite una mayor relajación.
Como se ve, tienen cosas en común porque se encargan de todo aquello que realizamos de forma involuntaria, pero donde se distinguen es en lo que controlan exactamente. En este caso se tiene todo lo que no vemos pero que mantiene funcionando los órganos, porque se involucra desde el corazón hasta el estómago o los ojos.
Parasimpático.
Se origina en la médula espinal en la región sacro y craneal. Maneja procesos que no requieren una respuesta muy rápida, y se suele presentar durante el sueño, al descansar, al ingerir comida, entre otras cosas más. Mantiene la homeostasis, relaja los músculos, aumenta la producción de saliva y también la digestión, disminuye el ritmo cardíaco y en general se encarga de procesos que se llevan a cabo en un ambiente más tranquilo.
Simpático.
Se origina en la médula espinal en la región lumbar o torácica. Se encarga de las reacciones que requieren una respuesta rápida porque se prepara ante el estrés o el peligro. Esto lo hace aumentando la actividad metabólica, elevando la presión sanguínea o contrayendo los músculos. En general, es algo que se puede activar en un instante cuando se reconoce una situación de riesgo y donde se requerirá de mucha energía.
En este caso, son muchos los procesos que pueden suceder a la vez para cumplir el objetivo de este sistema, pero los más comunes o que podemos notar en esta clase de situaciones son:
- Ritmo cardíaco más rápido. Porque así se distribuyen de manera más rápida oxígeno y nutrientes.
- Se estimula el hígado. Para liberar glucosa en la sangre y tener más energía.
- Se suspende la actividad digestiva. Son varias las funciones que dejan de funcionar en una situación como ésta ya que toda la atención se dirige hacia lo más necesario.
- Se dilatan las pupilas. Efecto muy común durante la sorpresa de la gente.
Cuadro comparativo.
Simpático | Parasimpático | |
---|---|---|
Función | Acción ante riesgo o peligro | Tareas durante reposo |
Región | Torácica y lumbar | Craneal y sacro |
Respuesta | Rápida | Lenta |
Comportamiento | Sentidos más alerta, se inhiben acciones innecesarias | El organismo se normaliza |
Si bien ambos forman parte del sistema autónomo y sus similitudes son evidentes, es posible ver que tienen diferencias que complementan su trabajo. No se trata de cosas que podamos activar o desactivar a conciencia pero sabemos que a pesar de los efectos opuestos que tienen en el cuerpo, generan un balance para su correcto funcionamiento.