La desviación social es un tema complejo e intrigante que suscita diferentes reacciones en distintas personas. Algunos la consideran una desviación de la norma, mientras que otros la ven como una parte necesaria de la evolución de la sociedad. Independientemente de la perspectiva, es un patrón de comportamiento que puede resultar fascinante y alarmante, según las circunstancias.
No se trata sólo de saltarse las normas o participar en acciones consideradas inaceptables por las comunidades, sino más bien de un concepto polifacético que abarca distintos elementos, como la intencionalidad, las normas culturales y las consecuencias a largo plazo. Al explorar los elementos y características únicos de este tema, podemos comprender mejor por qué determinados individuos se comportan como lo hacen y cómo afecta tanto al individuo como a la sociedad en su conjunto.
¿Qué es la desviación social?
Este concepto se refiere a la conducta que se aparta de las normas imperantes, es decir, las reglas de comportamiento ampliamente aceptadas dentro de una comunidad concreta. Abarca desde infracciones menores de las normas sociales, como hablar demasiado alto en público, hasta delitos graves contra la sociedad, que requieren que los individuos sean encarcelados.
En este aspecto, también comprende cualquier comportamiento que contravenga los valores y costumbres aceptados en una cultura o sociedad concreta. Dicha idea está estrechamente relacionada con la sociología y la psicología, ya que trata de explicar por qué determinadas personas se sienten atraídas a comportarse de formas que se desvían de las normas de la población general.
Características.
Hay varias características que definen la desviación social. Generalmente, estos comportamientos implican:
- Infringir las leyes vigentes.
- Participar en actividades consideradas peligrosas o poco éticas.
- Realizar acciones consideradas socialmente inaceptables.
En este sentido, son muchos los ejemplos que se pueden presentar en un pueblo y, aunque en su mayoría están relacionados con actitudes problemáticas, también pueden incluir el desafío de tradiciones o costumbres en comunidades.
Un aspecto único de este tema es la diferenciación entre las acciones que se hacen con intención y las que no. La desviación intencionada se produce cuando alguien elige deliberadamente ir en contra de las normas y valores de su sociedad. Por otro lado, la desviación no intencionada se produce cuando alguien realiza un acto que va en contra de las normas establecidas, sin darse cuenta de que está infringiendo ninguna norma o ley, debido a la ignorancia o a un malentendido.
Esta distinción es crucial, ya que ayuda a distinguir entre quienes cometen actos que podrían volver a cometer sin ningún remordimiento de con los que se puede trabajar para corregir sus faltas.
Importancia.
Este concepto desempeña un papel crucial en el fomento de entornos culturales sanos en las sociedades. Al determinar qué es un comportamiento aceptable y qué es inaceptable, los individuos están mejor equipados para comprender qué acciones deben evitar y cuáles pueden realizar sin temor al castigo o a las represalias de su comunidad.
En este sentido, las sociedades utilizan este concepto para establecer leyes, reglamentos, castigos y códigos morales que sirvan de guía a todos sobre cómo comportarse de forma adecuada y respetuosa en su entorno.
De esta forma, los beneficios e inconvenientes de tener presentes estas ideas varían según el contexto en el que se produzca. En algunos casos, saltarse las normas puede producir resultados considerados positivos en ciertos grupos, como ganarse el respeto de los compañeros o una sensación de satisfacción por desafiar las normas sociales. Sin embargo, participar en actividades consideradas inaceptables también puede tener muchas consecuencias negativas, como cargos penales o ser tachado de «problemático» por la propia comunidad.
Una sociedad armoniosa.
Es crucial que las personas comprendan qué constituye un comportamiento aceptable dentro de su cultura, para que puedan interactuar con los demás de forma responsable. El conocimiento de la desviación social también nos permite identificar los riesgos potenciales asociados a ciertos comportamientos, ya sea por experiencia personal o por observación, de modo que podamos tomar decisiones informadas y evitar participar en actividades potencialmente peligrosas, manteniéndonos fieles a nuestras propias creencias y principios.
Al final, reflexionar sobre este concepto puede hacernos pensar y abrirnos los ojos. Plantea la pregunta:
- ¿Cuál es la línea que separa el comportamiento bueno del malo?
- ¿Está determinada por las leyes, las normas culturales o nuestras propias creencias y valores personales?
- Y, lo que es más importante, ¿tenemos capacidad para cambiar estas normas y crear una sociedad más integradora y comprensiva?
Éstas son sólo algunas de las muchas preguntas que surgen al considerar todos los detalles alrededor de este tema y su impacto en las personas y las comunidades. Después de todo, siempre hay que considerar que cada comunidad es diferente y que los valores que cultivan en cada lugar pueden variar de manera considerable. Además, las ideas pueden cambiar con el tiempo, por lo que un mundo con las normas sociales actuales puede ver sus principios cuestionados en el futuro.