Las normas ISO son un conjunto de reglas internacionales que definen cómo deben funcionar las empresas. Abarcan áreas como la gestión de la calidad, la gestión medioambiental y la salud y la seguridad. Su uso tiene muchos beneficios pero al implementarlas también se deben considerar los inconvenientes que podría haber.
El objetivo principal de estas directrices es asegurar que las entidades cumplan con los requisitos de calidad establecidos por la industria, pero sobre todo, por los clientes. También se espera que las empresas mejoren continuamente su calidad, a fin de mantenerse competitivas en el mercado y de que la inconformidad entre los usuarios disminuya en la medida de lo posible.
Ventajas de las normas ISO 9000.
Mejor comerciabilidad.
Puede ayudar a que las empresas parezcan más comercializables. Proporcionan un conjunto de directrices que las empresas pueden seguir para mejorar su sistema de gestión de la calidad. Los clientes suelen estar más dispuestos a hacer negocios con empresas que han implantado estas normas, ya que saben que la empresa se compromete a ofrecer productos y servicios de alta calidad.
Calidad garantizada.
Uno de los beneficios más importantes es que ayudan a garantizar la calidad de los productos y servicios. Esto se deba a que especifican los requisitos que deben cumplir las industrias involucradas para ser considerados como aprobados. Esto ayuda a garantizar que los consumidores obtienen lo que esperan cuando adquieren algo de las empresas certificadas.
Atraer inversiones.
Muchos inversores potenciales buscan empresas que hayan sido certificadas por la ISO 9000 como forma de minimizar el riesgo. El hecho de que una entidad haya conseguido la certificación dice mucho sobre el calibre de su negocio y su gestión. Esto será sin duda atractivo para muchos inversores potenciales, lo cual se traduciría en más dinero y oportunidades.
Mejor comunicación.
En primer lugar, promueven la comunicación. Al definir el lenguaje que utilizan las organizaciones para comunicarse, todo el mundo está en la misma página. Esto garantiza que todas las partes implicadas en un proyecto entiendan lo que se espera de ellas y que los proyectos avancen según lo previsto. La ISO 9000 también especifica cómo deben documentarse y controlarse los requisitos para que puedan verificarse. Esto ayuda a garantizar que el proyecto finalizado cumpla las necesidades y expectativas del cliente y no haya problemas en cuanto a la falta de comunicación.
Ahorrar dinero y recursos.
Otra ventaja es que pueden ayudar a las empresas a ahorrar dinero. Esto se debe a que el cumplimiento de estos estándares suele requerir el uso de procesos eficientes y materiales de alta calidad. Esto puede ayudar a las empresas a reducir los residuos y mejorar sus resultados, ya que cumplir requeriría cierta dedicación, que al final se reflejaría en un área de trabajo más eficiente.
Clientes satisfechos.
Estas normas describen cómo las empresas deben gestionar mejor sus procesos. Se ha demostrado que produce clientes satisfechos y empresas de éxito, porque garantiza que los procesos se realicen correctamente y que las necesidades del cliente se tengan siempre en cuenta.
Por ello, las empresas que cuentan con la certificación suelen considerarse más por las personas, ya que se sabe que cumplirán con la calidad de los productos que reciben.
Mejor gestión y control.
Proporcionan un marco para gestionar y controlar los procesos en muchas áreas. Ayudan a garantizar que los productos cumplan los requisitos y se adhieran a las normas de seguridad. Además, pueden ayudar a las organizaciones a optimizar sus recursos y reducir los residuos.
En este sentido, ayudan a identificar y controlar los riesgos, proporciona un rendimiento fiable y coherente y facilita la comunicación entre las distintas partes de una organización. De este modo, siguiendo dichas directrices, las empresas pueden mejorar su sistema de gestión global y crear un entorno más controlado.
Menos riesgos.
Estas normas ayudan a proteger a las organizaciones de los riesgos asociados a los productos y servicios de baja calidad. Cuando se aplican todas estas reglas, se someten a un proceso de evaluación de riesgos para determinar en qué medida sus acciones de control de calidad las protegen de los riesgos. Al comprender estos problemas, pueden tomar decisiones informadas sobre la mejor manera de controlarlos.
Esto puede verse en distintas áreas, desde la producción hasta el ámbito legal. En este aspecto, pueden ayudar a las empresas a aprender de los errores del pasado y a desarrollar medidas preventivas. También protegen a las empresas de las acciones legales si infringen ya que tendrían un medio para indicar que cumplieron con cada especificación encomendada.
Desventajas de las normas ISO 9000.
Mucha documentación.
Requiere que las empresas sigan una gran cantidad de normas y reglamentos, cuya aplicación puede llevar mucho tiempo y ser costosa. De hecho, se calcula que pueden pasar hasta seis meses sólo para obtener la certificación en empresas pequeñas y eso, en un escenario ideal donde se trabaje todo ese tiempo solo para obtener la aprobación.
En un caso más realista llevaría más tiempo y para organizaciones más grandes y complejas no sería raro que pasara más de un año para conseguir algo. En este sentido, genera mucha burocracia. Esto se debe a que las empresas tienen que pasar por muchas capas de aprobaciones antes de poder empezar a aplicar los lineamientos. Como resultado, suele haber mucha redundancia y papeleo innecesario.
Costosas e inflexibles.
Uno de los principales inconvenientes de estas normativas es que pueden ser inflexibles. Esto significa que las empresas pueden tener que cambiar sus procesos para cumplir al pie de la letra cada detalle. Esto puede ser costoso y llevar mucho tiempo. En algunos casos se requiere la compra de nuevos equipos o la formación de los empleados. Esto puede suponer un gasto importante para las empresas, especialmente las pequeñas.
Barrera de entrada alta.
Otra contra es que pueden crear barreras de entrada para las pequeñas empresas. Esto se debe a que sin los recursos o la experiencia necesaria para cumplir ni siquiera podrían considerar aplicar para recibir la certificación de calidad. Esto en consecuencia, las hace menos competitivas en un mercado lleno de competencia.
Complejas y variables.
Un problema para las personas es que pueden ser complejas. Esto puede dificultar su comprensión y posterior aplicación. Además, las reglas cambian constantemente, lo que puede dificultar que las empresas se mantengan al día con los últimos requisitos. Esto resultaría en una situación estresante cada vez que hubiera un cambio, ya que para algunas organizaciones sería difícil seguir el ritmo.
La implantación de las normas ISO 9000 puede ser una tarea abrumadora para cualquier organización, ya sea grande o pequeña. Son muchos los pasos que hay que dar, desde la realización de una evaluación de riesgos hasta la creación de un sistema de gestión. Sin embargo, la aplicación de estas directrices puede ayudar a mejorar el sistema de gestión de la calidad de una empresa y facilitar la actividad comercial en general.