Leer un cuento o novela potencialmente puede ser la experiencia más significativa para nosotros hasta este momento. Recordamos lo que fue nuestro primer libro, cómo nos sentíamos la primera vez que lo abrimos, ya que teníamos ideas nuevas e inocentes con las que observar todos los detalles de las frases, las palabras o las ilustraciones que mostraban claramente la importancia de la narrativa y la trama.
Lo que comprendemos luego con el pasar de los años, es cómo está organizado este mundo extraño llamado literatura en términos de narrativa. Los acontecimientos que se presentan en cada pagina tienen un orden y una estructura bien definidas, las cuales crean un mayor impacto en los lectores y nos permiten apreciar mejor la historia.
¿Qué es la trama narrativa?
Es la estructura de una historia, ya sea un cuento o una novela. Se trata de la serie de acontecimientos que forman la historia, y su ordenamiento en el tiempo. La trama puede ser lineal o no lineal, y suele estar dividida en tres partes: el inicio (exposición), el desarrollo (nudo) y el final (desenlace).
En este aspecto, es la base de la narrativa, y sin ella, la historia carece de sentido. Es lo que nos permite seguir la lógica de los acontecimientos y comprender su significado. Los lectores la necesitan para saber qué está pasando, y cómo se relacionan los diferentes elementos. Ésta también nos ayuda a anticipar lo que va a suceder a continuación, ya que es lo que nos mantiene involucrados en la historia. Si es confusa o no tiene sentido, los lectores se sentirán frustrados y perderán el interés.
¿Cómo se construye una buena trama?
Una buena trama debe ser clara y sencilla. Debe presentar los acontecimientos de manera que sean fáciles de seguir, y debe mantener al publico interesado en la historia. Ésta también debe ser consistente, lo que significa que todos los elementos de la historia deben encajar juntos y seguir una lógica interna. Además, debe ser original. No queremos leer una historia que ya hemos leído antes, o que sea muy similar a otras. Queremos algo nuevo e interesante para mantener nuestra atención.
¿Cómo se puede mejorar?
Hay muchas maneras de mejorar las características de una historia. Aquí hay algunos consejos:
- Todos los elementos de la historia encajan juntos y son consistentes.
- La historia tiene un buen ritmo, y no se vuelve aburrida o confusa en ningún momento.
- Todos los personajes son interesantes y tienen motivaciones claras.
- La historia tiene un buen inicio, desarrollo y final.
Al final, los acontecimientos en cualquier narrativa pueden ser sencillos o complejos, pero siempre deben darle a los lectores una razón para seguir leyendo. En este aspecto, muchos escritores experimentan con diversas técnicas para encontrar la que mejor se adapte a su estilo y a la historia que quieren contar.
Tenemos desde el patrón narrativo en el que el héroe emprende un viaje, ya sea físico o espiritual, y enfrenta numerosos desafíos antes de lograr su objetivo. También es notoria la parodia de los estilos de vida de las clases sociales o hasta las fantasías que cobran popularidad con las generaciones más jóvenes.
Personajes narrativos.
Los personajes son una parte integral de cualquier narración. Son quienes dan sentido a la historia y sin ellos, la trama carecería de significado. Los personajes pueden tener diversas características que los hacen únicos e interesantes. Estas características pueden ser físicas, psicológicas o sociales y por medio de esto, todos los personajes transmiten algún tipo de información, ya sea explícita o implícita. La información que transmiten puede ser útil para el desarrollo o simplemente para dar más contexto a los eventos que suceden.
La forma de contar historias.
Como vimos, la trama narrativa es simplemente la forma en la que se cuentan los hechos en una historia y, como existen diferentes enfoques para este fin, este estilo destaca mucho en novelas o cuentos con un orden especifico para los acontecimientos. En este aspecto, es mucho lo que podemos obtener de cada historia que leamos.
Podemos aprender sobre otras culturas, estilos de vida y perspectivas, nuevas palabras de vocabulario, gramática y estructura de las frases. Además, podemos desarrollar nuestras propias habilidades de escritura analizando la obra de autores consagrados. Por supuesto, también proporcionan diferentes formas de ver el mundo y nos ayudan a desarrollar nuestros propios valores y filosofías.