
El duelo es una parte esencial del proceso de curación tras una pérdida. Éste implica un sin fin de emociones y la duración y la intensidad del proceso varían de una persona a otra, pero es importante darse tiempo y espacio para hacer adaptarse a esta nueva situación. En este aspecto, una técnica muy utilizada es la de la silla vacía, que puede ser una ventana a superar el dolor, pero sobre todo, a afrontarlo.
Podemos sentirnos confundidos, tristes, aliviados e incluso felices. Nuestros sentimientos son exactamente lo que se espera y lo que es natural cuando alguien querido se va. Eso no significa que nuestros sentimientos no puedan ser difíciles de manejar. De hecho, pueden ser aún más complicados si no tenemos el apoyo de nuestros seres queridos durante este tiempo. Por esto es que existen toda clase de terapias, que pueden hacer esto más fácil.
¿Qué es la técnica de la silla vacía?
Es una charla emocional y terapéutica con una persona que no está presente. Es útil para que personas de todas las edades hagan un avance emocional, logren cerrar ciclos inconclusos y sientan un estado de ánimo más positivo después de toda la incertidumbre por la que han pasado. Sus aplicaciones son muy variadas, ya que puede ser desde la terapia de pareja, hasta el tratamiento de traumas del pasado, pero un uso muy particular y efectivo que tiene es en el manejo del duelo y la perdida de algún ser querido.
En este sentido, es una forma de ayudar a las personas a resolver sus propios conflictos personales imaginando que mantienen una conversación con alguien en una silla vacía. Una persona puede proyectar alguna parte de sí misma, como sus sentimientos y opiniones. Después de desahogarse y compartir sus ideas personales, tomará el lugar que tiene enfrente y hablará como si se estuviera respondiendo.
Es por medio de este intercambio que todo empieza a salir y el paciente se va dando cuenta de todo lo que no pudo decir, los remordimientos que tiene y hasta la tristeza e ira que no había podido sacar antes. En este sentido, el enfoque consiste en ayudar a la gente a comprender mejor sus sentimientos y aprender a desarrollar perspectivas equilibradas del problema.
El proceso de examinar la raíz de la angustia emocional ha sido una técnica popular durante muchos años y los seres humanos se entienden mejor a sí mismos y a su entorno si se centran en las experiencias actuales viendo las cosas con ángulos diferentes.
¿Cuál es el objetivo de este método?
Esta situación es un momento de tristeza y pérdida. Puede ser difícil procesar la muerte de un ser querido, y durante este tiempo es común experimentar sentimientos de soledad, vacío y depresión. Una forma de hacer frente este sensación es realizar actividades que ayuden a alejar la mente del fallecido.
Para los afligidos, una terapia de duelo con el enfoque de la silla vacía puede traer de vuelta viejas conversaciones, aliviando el dolor. Cabe mencionar que también puede ser necesario expresar la ira y el resentimiento hacia la persona fallecida, lo que a veces es una tarea difícil, pero con este método se vuelve más sencillo crear una dinámica por la cual expresarse.
Lo que hay que tomar en cuenta con esta terapia, es que su objetivo se puede resumir en una simple palabra: el descubrimiento. La realización de este dinámica puede ayudar la gente a estar más en el momento. Cuanto más se explayen, más sencillo será el panorama general. En este sentido, se crea un ambiente donde se comprende el punto de vista propio como el de otra persona.
¿Cómo gestionar el duelo?
Después de cualquier tipo de pérdida, puede ser difícil afrontarla. Sin embargo, hay muchas maneras de superarla y seguir adelante. Es posible centrarse en las partes buenas de la persona, ya que así se recuerdan todos los momentos positivos que se compartieron. También puedes mirar hacia el futuro y esperar un mañana mejor. De este modo, podrás empezar a reconstruir tu vida sin tu ser querido a tu lado, pero estando conectado a dicha persona de alguna manera.
Al final, independientemente de cómo se afronte la pérdida, es importante recordar que cada persona experimenta el duelo de manera diferente. No hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo, puede llevar tiempo, pero después pueden venir cosas mejores. Además, por medio de esta clase de terapias se puede tener la idea de que nuestros seres queridos se tomaron un momento para hablar con nosotros una ultima vez.