Las bibliotecas son algo más que edificios llenos de libros, son santuarios del conocimiento y el aprendizaje. Las estanterías guardan en su interior relatos, historia y las respuestas a innumerables preguntas, a la espera de ser descubiertas. Al entrar en estas salas, pasamos a formar parte de una comunidad de buscadores, cada uno con su propia búsqueda del conocimiento y la comprensión.
Para hacer esto de forma eficaz, se tienen normas y directrices que rigen el uso de estos espacios. Éstas no pretenden ser un obstáculo, sino preservar la atmósfera pacífica que hace de una biblioteca un lugar tan especial. Garantizan que todo el mundo pueda tener una experiencia óptima mientras explora las vastas profundidades de la información disponible.
Así pues, cuando nos adentremos en las estanterías y nos sintamos como en casa entre los libros, recordemos respetar las normas y ser conscientes de los que nos rodean, pues al hacerlo honramos el espíritu del lugar y la búsqueda del conocimiento.
Reglas.
Cada biblioteca es un lugar diferente, por lo que puede haber normas que cambien de acuerdo a los códigos de cada encargado. Sin embargo, hay una serie de directrices que se repiten en cada sitio debido a la naturaleza propio de estos lugares.
Después de todo, está la necesidad de garantizar que se tenga un espacio propicio para el estudio, pero también que se ayude a proteger los materiales, el equipo y hasta el personal.
- La primera y principal norma es guardar estricto silencio y mostrar respeto al decoro y la disciplina de la biblioteca. No está permitido el uso de teléfonos móviles, ya que pueden perturbar el ambiente de tranquilidad.
- Fumar, comer, dormir y hablar en voz alta son acciones que están estrictamente prohibidas dentro del recinto. Esto se hace para garantizar que siga siendo un lugar de tranquilidad, donde uno pueda concentrarse en sus estudios sin ser molestado por distracciones externas.
- Al tomar prestados libros, es importante tratarlos con cuidado. Los visitantes no deben marcar, subrayar, escribir ni rasgar las páginas de los documentos. Si un documento se traspapela, es como un libro perdido y es posible que el personal no pueda localizarlo. Por ello, es aconsejable dejar los libros sobre la mesa, en lugar de volver a colocarlos en las estanterías.
- No se puede tomar ningún material sin permiso previo. La sustracción no autorizada de cualquier cosa perteneciente a la biblioteca se considera robo y se trata en consecuencia.
- Los periódicos, revistas y publicaciones periódicas deben leerse sólo dentro de las instalaciones, en las mesas de lectura designadas. No deben tomarse en ninguna otra zona de lectura.
Cualquiera que infrinja las normas y reglamentos de la biblioteca puede enfrentarse a consecuencias, como perder el privilegio de ser miembro del lugar y ser excluido del uso de otras instalaciones. Por otra parte, las bibliotecas suelen aceptar sugerencias y comentarios sobre todos los aspectos de sus servicios, para mejorar constantemente y ofrecer la mejor experiencia posible a sus visitantes.
Procedimientos de préstamo.
Para sacar material de una biblioteca, los usuarios deben presentar un documento de identidad válido con fotografía, siendo la identificación estudiantil la opción más utilizada. En estos casos, también aplica para ex-alumnos que decidieron tramitar una credencial especial que indica la conclusión de sus estudios, pero que aun se les ofrecen ciertos beneficios.
Además, algunos lugares exigen a los usuarios un justificante de domicilio si quieren sacar material durante más de unos días. Después de sacar libros, es importante que los usuarios lo devuelvan antes de su fecha de vencimiento para evitar recargos o multas.
Uso de las computadoras.
Al utilizar computadoras, es importante que los usuarios sigan ciertas reglas para protegerse a sí mismos y a otros usuarios de programas maliciosos. En este aspecto, sólo deben utilizar los equipos para actividades como la investigación o con fines educativos, y nunca deben acceder a contenidos inapropiados mientras utilicen los recursos de la escuela. Además, muchos encargados pueden exigir a los usuarios que cierren la sesión de sus cuentas después de cada uso para evitar que otros accedan a sus datos.
Uso del celular.
La mayoría de las bibliotecas exigen a los usuarios que apaguen sus teléfonos o los pongan en modo silencio mientras estén dentro del edificio para no molestar a otros que intentan estudiar o trabajar tranquilamente. Además, la gran mayoría de los reglamentos prohíben totalmente hablar por el celular dentro de las instalaciones para mantener la paz y la tranquilidad en todo el edificio.
Fotografías.
También se tienen normas que prohíben tomar fotografías dentro de las instalaciones por motivos de privacidad, así como por cuestiones de derechos de autor relacionadas con determinados materiales disponibles en las instalaciones.
Algunos lugares pueden permitir la realización de fotografías limitadas con el permiso de los miembros del personal, sin embargo, esto debe comprobarse con los encargados antes de tomar cualquier fotografía dentro de las instalaciones.
Reposición de libros.
Si los libros se estropean o se pierden mientras están en posesión de un usuario, muchas bibliotecas les exigen que paguen tasas de reposición para que puedan volver a obtener nuevas copias de éstos de otras fuentes.
En las escuelas también se pueden cobrar multas si los libros se devuelven tarde, por lo que es importante que las personas lleven un registro de cuándo deben devolver sus artículos para evitar costes adicionales asociados a la devolución tardía. Hay recepciones donde las credenciales estudiantiles se dejan como garantía, por lo que se sabe quien no ha cumplido y, debido a la importancia de la identificación, se espera que regresen tarde o temprano los libros prestados.
Seguir las reglas en beneficio de todos.
Es esencial que tengamos en cuenta todos los aspectos relativos a las normas de la biblioteca antes de entrar en una; de esta forma podremos comportarnos correctamente mientras utilizamos sus servicios y evitaremos cualquier situación desagradable con los miembros del personal u otros visitantes dentro del recinto.
Comprender esto también puede ayudarnos a asegurarnos de que no dañamos ningún recurso durante nuestra visita, lo que podría acarrearnos multas u otros castigos más adelante. En general, tener bien presente dichos códigos nos ayudará a garantizar una experiencia agradable dentro de cualquier lugar que visitemos.
Al final, hay que recordar que las bibliotecas son lugares de conocimiento y aprendizaje, y las normas que las rigen se establecen para preservar estos espacios como sitios idóneos para el estudio. Por tanto, es importante recordar que cuando entramos en un espacio de este tipo, no sólo entramos en un edificio físico, sino también en una comunidad de estudiantes, todos ellos persiguiendo sus pasiones y su búsqueda del conocimiento. Si seguimos los reglamentos, no sólo seremos mejores usuarios, sino también mejores embajadores de los ideales que representa.