Hay ciertas actitudes que se buscan cambiar o inculcar en la gente, pero las formas para hacer esto varían. Para cambiar el comportamiento o los hábitos de alguien, es importante entender primero qué le motiva. ¿Qué cosas influyen en su comportamiento? Una vez que se comprende bien esto, es posible aplicar métodos como los del principio de Premack.
En este aspecto, hay muchas técnicas diferentes que pueden utilizarse para este fin, y aunque varias tienen que ver con los refuerzos positivos, que premia las actitudes deseadas para aumentar la probabilidad de que se repitan, también hay enfoques más particulares. En este caso, se combinan las cosas que nos gustan con cosas que difícilmente haríamos para lograr resultados inesperados.
¿Qué es el principio de Premack?
Se trata de un principio que afirma que la probabilidad de que un individuo realice un comportamiento de alta frecuencia aumenta cuando se combina con un comportamiento de baja frecuencia. En otras palabras, si quieres que alguien haga algo que realmente no quiere hacer, es posible combinar una actividad que si prefiere para que al final intente realizar la actividad que no le gusta o que le cuestra trabajo.
Para que este principio funcione, ambas conductas deben ser observables y medibles. Además, el reforzador debe ser algo que el individuo quiera realmente: ofrecer caramelos a un niño puede funcionar bien, pero ofrecer dinero a un adulto puede no tener el mismo efecto. Por último, es importante tener en cuenta que el refuerzo es más eficaz cuando se produce inmediatamente después de que se manifieste la conducta deseada.
De esta forma, se pueden seguir ciertos principios para darle sentido:
- Las conductas pueden clasificarse según la frecuencia con la que se producen.
- Un comportamiento de mayor rango reforzará un comportamiento de menor rango.
- El refuerzo funciona mejor cuando las dos conductas están próximas en la escala de clasificación.
- El efecto del refuerzo disminuye a medida que aumenta la diferencia entre las dos conductas.
Ventajas e inconvenientes.
En el lado positivo, esta técnica puede utilizarse para aumentar las conductas deseables sin recurrir al castigo o la coacción. Además, como el refuerzo funciona mejor cuando es inmediato, utilizar este método puede ayudar a entrenar a las personas para que respondan más rápidamente a los estímulos deseados.
Como el refuerzo disminuye a medida que aumenta la distancia entre las conductas, este método también puede ayudar a promover la variedad en el repertorio de respuestas de un individuo, animándole a probar cosas nuevas en lugar de quedarse con lo que ya sabe que le funciona bien.
Sin embargo, también hay algunas desventajas potenciales: la principal es que los individuos pueden llegar a asociar ciertas actividades con experiencias desagradables si esas actividades se utilizan constantemente como reforzadores para otras tareas menos deseables, como por ejemplo, tener que comer verduras para conseguir el postre.
Además, dado que el refuerzo sólo funciona mientras se aplica con regularidad, existe el riesgo de que los individuos vuelvan a sus antiguos hábitos una vez que se elimine el agente de refuerzo.
¿Cómo afecta a las personas?
En este sentido, se puede ver como un sesgo cognitivo que dicta que las personas son más propensas a atender actividades que perciben como más agradables que otras menos agradables. Esto se manifiesta a menudo en términos de procrastinación, ya que las personas pospondrán las tareas que consideren desagradables en favor de hacer cosas que les resulten más placenteras. Sin embargo, el efecto del principio de Premack también puede verse en otros ámbitos de la vida, como la forma en que la gente toma decisiones sobre qué comer o qué programa de televisión ver.
En este aspecto, se argumenta que las preferencias de alguien no son absolutas, sino que son relativas a su estado actual. Por esta razón, hay que conocer un poco mejor las actitudes del individuo, para realizar adecuadamente un cambio de actitud. Independientemente de su origen o efecto, no cabe duda de que el principio de Premack desempeña un papel importante en los procesos de toma de decisiones del ser humano.
¿Por qué funciona el principio de Premack?
Hay varias razones por las que este principio funciona. Los seres humanos son criaturas de hábitos y tienden a ceñirse a las rutinas. Si podemos encontrar formas de incorporar nuevas actividades a las rutinas existentes, es más probable que esas actividades se conviertan también en hábitos.
Además, nuestros cerebros ansían la variedad y la novedad. Cuando hacemos lo mismo una y otra vez, nos aburrimos rápidamente. Sin embargo, si mezclamos las cosas e incluimos variedad en nuestras vidas, nos mantenemos comprometidos e interesados durante más tiempo. También cabe mencionar que el emparejamiento de dos actividades crea algo conocido como vínculo asociativo entre ellas, es decir, las dos actividades quedan vinculadas en nuestra mente, de modo que al pensar en una de ellas (la de baja frecuencia) es más probable que pensemos también en la otra (la de alta frecuencia).
Todos estos factores entran en juego cuando se utiliza este concepto para aumentar la probabilidad de que alguien realice un comportamiento deseado. Si se comprende cómo y por qué funciona, es posible ser más estratégico y eficaz al utilizarlo para cambiar hábitos o influir en el comportamiento de los demás.