En el ambiente profesional siempre se tienen que tener distintas cartas de presentación, para que la gente nos conozca y decidan más fácilmente trabajar con nosotros, pero si se quiere generar una gran impresión, el portafolio es una de las herramientas más adecuadas para mostrar de lo que somos capaces.
En el mundo actual, y más específicamente en el aspecto laboral, siempre hay que estar un paso adelante de los demás si se quiere resaltar y crecer. En este sentido, se tienen distintos medios para enseñar nuestras aptitudes, ya sea en las referencias de un antiguo empleo o incluso la propia presentación, pero si se quiere ser más efectivo vale la pena analizar más en profundidad este tema.
Portafolio.
Se trata de una recopilación del material que ha realizado una persona y que muestra las habilidades, las aptitudes, experiencia e incluso los valores que se poseen. La mayoría de éstos se van conformando con el paso del tiempo y sirven como una evidencia de todo lo que se ha aprendido y de lo que se puede esperar de nuestro trabajo.
Cabe mencionar que lo que constituye a estas credenciales se elige cuidadosamente, ya que si bien la experiencia de una persona puede ser muy grande, hay puntos que son más importantes que otros porque generan en cambio, nos hacen crecer o son la prueba de lo consolidadas que están nuestras habilidades.
Propósito del portafolio.
Si bien uno de sus propósitos principales es ser un candidato más eficiente en los empleos, el proceso de construirlo nos puede ayudar a conocernos mejor y ser más consciente de los puntos fuertes que poseemos y como los podemos aprovechar. De igual forma, son un medio para destacar los logros personales y profesionales, por lo que también sirven para aumentar la confianza.
Son una herramienta de autoevaluación porque conforme vamos mejorando nuestro trabajo, esto nos ayuda a ver qué hacíamos diferente antes y como ha cambiado en el presente. Por esta razón también funcionan para generar una autocrítica y conocer claramente tanto nuestras debilidades como nuestras fuerzas.
Elementos.
Suelen incluir diferentes características de acuerdo a cómo se construyen, pero la mayoría tienen algunos puntos en común.
- La filosofía. Donde se incluyen los principios o valores nos pueden diferenciar de los demás.
- Competencias. De una forma resumida se explica lo que se sabe hacer mejor en todo tipo de aspectos, desde el social hasta el laboral.
- Ejemplos de trabajo. La parte principal, donde se muestra todo lo que se ha creado y la forma en la que han evolucionado nuestras habilidades.
Adaptándose a los tiempos.
Dependiendo del área de trabajo se puede tratar de un simple texto, fotografías o algo físico que podamos apreciar, pero en la actualidad también es común utilizar las nuevas tecnologías para mostrar lo que hacemos. Ahora es común utilizar vídeos, páginas o incluso programas para diferenciarse de otros candidatos, porque acompañando a papeles como el currículo se genera una mayor impresión.
Al final, siempre se tendrá un documento en constante actualización que requerirá un cuidado extensivo, pero que ofrecerá grandes beneficios para nuestra proyección y crecimiento personal y profesional. Cualquier persona con deseos de mostrar su talento debería crear uno, ya que toda la experiencia acumulada puede tener su recompensa de esta manera.