Desde hace mucho es normal que cada cierto tiempo se adelante o atrase la hora en un evento conocido como el cambio de horario, pero la razón por la que existe es desconocida por muchas personas. Es normal dejar de preguntarse ciertas cosas cuando se hacen con bastante frecuencia pero en este caso, vale la pena conocer el origen de esta acción.
Después de todo, los beneficios involucran varios factores, desde el tiempo que utiliza cada persona durante el día, hasta la energía que se utiliza en el mundo entero. Ser conscientes de los efectos que tiene, hará que la gente ponga de su parte para estar preparada cada ciclo.
¿Por qué hacemos el cambio de horario?
Es una forma de aprovechar más tiempo la luz natural del sol porque conforme pasa el tiempo y nos acercamos más a la primavera y el verano, los días se van haciendo cada vez más largos debido a la rotación de la tierra y su inclinación.
Una de las principales razones para atrasar o adelantar los relojes es el ahorro de energía, ya que se suele utilizar menos electricidad. El detalle está en que en estos tiempos modernos las formas de producir y aprovechar la energía eléctrica se han vuelto más eficientes por lo que algunos países más desarrollados no tendrían tanta necesidad de hacer el cambio de horario.
La premisa del ahorro se sigue utilizando, ya que hay países que ven un gran beneficio de esto, pero en otros lugares las personas simplemente prefieren tener días de verano con más iluminación durante la tarde, además de que también se le atribuyen otros puntos positivos como el haber menos accidentes de transito en la noche.
¿Cuándo comenzó el cambio de horario?
Muchos le atribuyen la idea inicial a Benjamin Franklin, porque fue el primero en sugerir que las personas se levantaran una hora antes para reducir el costo de la luz, pero en el siglo XVIII lo que se utilizaban eran velas y no se tomo en cuenta el factor del reloj. Si bien no es lo que se conoce en la actualidad, la idea comparte casi los mismos principios y por eso se considera que todo empezó con él.
La idea moderna del cambio de horario se le atribuye a los alemanes, que lo aplicaron en 1916, con el propósito de conservar combustible, debido al contexto conflictivo de la época. Tiempo después naciones como Francia y el Reino Unido también lo implementaron.

A pesar de que Alemania popularizó esta acción, se cree que hubo otros pueblos que adelantaron sus relojes una hora por su cuenta, es decir, no se hizo en el país entero, por lo que se tienen pocos registros y paso casi desapercibido. Canadá es un ejemplo de esto, ya que se piensa que un pequeño pueblo localizado en Ontario cambio la hora al reloj antes que los alemanes.