Todos alguna vez hemos visto como los focos llegan al final de su vida útil y se funden, dejando de funcionar y volviéndose necesario comprar otro para entrar en un ciclo que se repetirá por siempre. Es entonces cuando surge la pregunta de porqué sucede esto, si se puede evitar o si en cambio, es inevitable pasar por esto una y otra vez.
En la actualidad existen más tipos de donde elegir, variando desde la intensidad de la luz, hasta el ahorro energético que implica usar otras tecnologías. Pero aun y con las nuevas alternativas se siguen usando los focos tradicionales, por lo que se verá de forma general la razón de que se fundan.
¿Por qué sucede esto?
Para explicarlo de forma adecuada habría que ver dos casos donde se da este evento: cuando se cumple su vida útil en un lapso de tiempo prudente y cuando éste se funde demasiado rápido.
El filamento se acaba.
Normalmente se espera que los focos duren un poco más de 1000 horas encendidos antes de fundirse, por lo que si están en las condiciones adecuadas para funcionar, los filamentos de tungsteno que tienen simplemente se irán desgastando poco a poco, ya que para generar luz requieren de temperaturas muy altas que a la larga, evaporan el filamento hasta que ya no queda nada de éste y que es cuando finalmente se funde el foco. Uno de los efectos que tiene la evaporación del filamento de tungsteno es que sus átomos van oscureciendo poco a poco el interior del foco, de manera que entre más opaco se vea más próximo estará a fundirse.
En los casos donde éste no dura el tiempo que debería casi siempre se debe a factores externos que se pueden prevenir para no tener que cambiarlos tan seguido.
Mucha energía.
Tan simple como que la energía eléctrica que recibe la casa es más alta de lo normal y esto provoco que los focos duren menos pero además pone en riesgo otros aparatos electrónicos. Los hogares normalmente reciben electricidad a un voltaje constante pero por alguna razón éste puede variar su intensidad y lamentablemente no hay mucho que hacer en estos casos más que averiguar la razón o llamar a la compañía de luz.
Mala colocación.
Cuando los focos se instalan se usa una fuerza moderada para no romperlos pero hay ocasiones donde se usa más fuerza de la necesaria y el contacto de la bombilla con la conexión queda mal ajustado. Será difícil notar algo así ya que mientras esté conectado y haya luz cualquiera pensaría que funciona pero como la conexión está mal, el foco se desgastará más rápido por el flujo de energía inadecuado.
Mala instalación.
En este caso el problema es más profundo ya que tiene que ver con la forma y el estado en que se encuentran los cables de la propia casa. Si hay algún cable roto o pelado, la electricidad llegará al foco de forma irregular, causando que dure solo unos cuantos días.
Al usar focos toda nuestra vida hemos visto que tienen un tiempo determinado de uso, pero justo por esta razón ahora se tienen alternativas más eficientes para tener luz por muchas más horas y no tener que reemplazar muy seguido los focos. No es normal que se fundan muy rápido, por lo que hay que estar al pendiente de su rendimiento pero tomando en cuenta que es un proceso inevitable.