
El estudio de la historia siempre ha sido una de las materias académicas más importantes que se imparten en los sistemas educativos de todo el mundo. Sin embargo, en los últimos tiempos, los expertos y pedagogos han comenzado a reflexionar sobre cómo debemos equilibrar nuestra comprensión del pasado con otras materias curriculares y las necesidades modernas de información.
Por esta razón es importante hacer una reflexión sobre la importancia de comprender el propio pasado, qué se incluye en muchos planes de estudios, y como éstos tienen un gran impacto en nuestra formación académica e incluso en nuestra vida en general.
Importancia del estudio de la historia
Es esencial aprender de esta materia, ya que si no lo hacemos, estamos condenados a repetirla. Esta es una cita que muchas personas ya han escuchado, y aunque se repite constantemente, aplica para esta situación y en cualquier momento.
Una sociedad que no entiende su pasado es como un barco sin timón: no tiene punto de referencia y está a merced de las olas. Aprender historia nos da un sentido de identidad y pertenencia, nos ayuda a entender nuestro presente y a planificar nuestro futuro.
Algunos creen y ven estos temas como nada más que una lista de nombres y fechas. Pero es mucho más que eso, ya que prácticamente es un registro de todo lo hecho por la humanidad: nuestros triunfos y nuestras tragedias, los conflictos y los tratados de paz, las religiones y hasta las revoluciones. Son todos los hechos de cómo nos convertimos en lo que somos hoy.
Desgraciadamente, hay quienes querrían borrar ciertas partes porque les resultan incómodas o no encajan con su ideología. Pero si hacemos eso, sólo nos estamos engañando a nosotros mismos. Tenemos que aprender de todo el pasado posible, tanto de lo bueno como de lo malo, para poder tomar decisiones informadas y objetivas en la actualidad.
Objeto de la enseñanza de la historia.
Uno de los pilares de esta disciplina es dotar a la gente de un pensamiento racional y lógico de los acontecimientos a lo largo del tiempo, de tal forma que esto sirva como referencia para ver donde se encuentra en el presente.
En este sentido, también nos permite apreciar mejor los logros de las culturas antiguas y cómo han influido en el mundo actual. Nos enseña sobre la naturaleza humana y el modo en que las personas han interactuado entre sí a lo largo de los tiempos.
La forma de enseñar.
Es imprescindible que los jóvenes aprendan todo esto en la escuela. Sin embargo, la forma en que se enseña es igual de importante. Hay que mostrar a los alumnos a cuestionar el pasado y a examinar diferentes perspectivas. En este aspecto, hay que animarles a pensar de forma crítica sobre lo que aprenden, ya que sólo así podrán desarrollar una verdadera mente analítica y el propósito del estudio de la historia se cumplirá.
Conocimiento, comprensión e inspiración.
Al final, lo que tenemos es una visión crucial de la condición humana, las formas que tomaron diferentes culturas y sociedades, y también relatos inspiradores de personas que han dado forma a nuestro mundo.
De esta forma el presente va cobrando sentido y la gente es capaz de entender como hemos llegado tan lejos, además de que se comprende todo el potencial que tenemos y que tan lejos somos capaces de llegar aun.
Por último, el estudio de la historia también puede ser simplemente agradable. A muchas personas les resulta fascinante conocer diferentes culturas y épocas. También puede ser muy gratificante ver hasta dónde ha llegado nuestra propia civilización a lo largo del tiempo. Cabe mencionar que esta disciplina abarca muchas áreas, porque puede enfocarse en el arte, la ciencia, los deportes, la política y muchas cosas más, ya que mientras pueda ser registrado, cualquier cosa puede formar parte de la memoria de la humanidad.