Siempre hay momentos en los que pensamos en renunciar a nuestro trabajo. Principalmente cuando no estamos felices con nuestra situación laboral. Es normal sentirse así, ya que se trata de una parte importante de nuestra vida. Sin embargo, antes de tomar cualquier decisión, debemos analizar cuidadosamente las consecuencias para nuestra carrera y futuro.
Aunque sea tentador irte de inmediato después de decidir que ya no quieres estar en tu empleo actual, es importante no quemar ningún puente. Debes asegurarte de que te vas de la manera correcta y con el mayor respeto posible. Si decides irte, intenta hacerlo de una manera que no te cierre puertas para el futuro.
¿Por qué renunciar a tu trabajo?
La respuesta a esta pregunta es simple: cada quien tiene sus motivos, pero la mayoría de las veces lo que se hace es analizar los pros y contras antes de tomar una decisión. Una vez sin este compromiso, la gente puede dedicarse a sus pasatiempos, no tienen que someterse a horarios ni rutinas, o incluso puede tratarse de situaciones profesionales como no gustarles el perfil del equipo o porque no están contentos con el salario que perciben.
Sea cual sea la razón, una vez que se toma la decisión es difícil cambiarla, por lo que solo hay que asegurarse de que se renuncia por las razones correctas y de la mejor manera. En este sentido, si sólo estás buscando un cambio, entonces quizás deberías considerar otras opciones. Si no te gusta tu trabajo o tienes problemas con tu jefe, deberías hablar con ellos primero para ver si se puede solucionar el problema.
¿Cómo renunciar a tu trabajo?
Hay varias para hacer esto, pero no todas son igual de efectivas. Si quieres asegurarte de que tu noticia sea bien recibida y que no te causará problemas en el futuro, sigue estos consejos:
- Antes de irte, habla con tu jefe. Aunque puede ser tentador irte sin dar explicaciones, es mejor hablar directamente. Así podrás explicarle tus razones y darle la oportunidad de intentar convencerte de que no te vayas con una contraoferta que podría solucionar tus inquietudes.
- Hazlo en persona. La mejor manera de ser profesional es hablar las cosas de frente, ya que de esta forma también es posible analizar razones y buscar soluciones.
- Date tiempo para pensarlo bien. Procura que no sea una decisión por impulso. Piensa en todas las consecuencias y asegúrate de que estás haciendo lo correcto.
¿Qué considerar al renunciar?
Algunas cosas que podrías considerar son avisar con anticipación para dar tiempo a tu empleador de buscar un reemplazo, o asegurarte de terminar todos los proyectos en los que estabas trabajando. Dejar un buen sabor de boca puede ayudarte mucho si necesitas referencias o si quieres volver a trabajar para esa empresa en el futuro.
Si te vas sin previo aviso, es muy probable que tu jefe no lo tome bien y pueda afectar negativamente tu futuro profesional. Además, es mejor que tengas una oferta ya asegurada, porque si no, tendrás que hacer frente a la incertidumbre de no saber qué pasará después o si encontrarás otro trabajo. Por último, pero no por ello menos importante, debes considerar el impacto que tendrá tu decisión en tu vida personal y en las personas que te rodean. Así que antes de tomar una decisión tan drástica.
En este aspecto, considera si estás listo para iniciar un proceso de transformación profesional que requiera dedicación exclusiva durante un tiempo prolongado. Si no estás seguro, quizás esté bien reflexionar sobre cómo podrías mejorar las cosas y luego darte una respuesta concreta. Después de todo, la búsqueda de trabajo en un mercado tan competido no es fácil.
Mantener la cabeza fría.
Siempre es mejor dejar un trabajo de la manera correcta y no quemar puentes. Aunque pueda haber algunas situaciones en las que no tengas otra opción, trata de no renunciar enojado o sin un plan. Al hacerlo, podrías estar arruinando oportunidades para el futuro. También debes considerar que si te vas sin tener un plan, podrías descubrir que tienes pocas opciones y te verás obligado a tomar la primera opción que aparezca, incluso si es peor que lo que ya tenias.
Sin embargo, a veces es una acción necesaria para nuestra salud mental y física. Podemos sentirnos abrumados, estresados e incluso enfermos si no tomamos la decisión de alejarnos de nuestra fuente de estrés. La vida sigue, y podemos encontrar nuevas y mejores maneras de llenar nuestro tiempo y energía.