La capacidad de guiar a las personas es una habilidad que muchos desean tener. Esto se debe a la creencia generalizada de que aquellos con esta habilidad son capaces de llevar a otros hacia el éxito, ya sea en los negocios o en la vida personal. La verdad es que nacer sabiendo cómo guiar a las personas no existe; sin embargo, hay algunas cosas que se pueden aprender para irse considerando poco a poco un líder nato.
Primero, se debe entender qué significa realmente «guiar» y cómo es posible ayudar a otros mediante este proceso. En este sentido, los conceptos de liderazgo siempre salen a relucir, porque nos dan un modelo sobre el enfoque ideal para estar al mando. Por esta razón conviene saber que distingue que tiene talento para dirigir o que trabaja duro para estar al frente.
Líder nato – ¿Nacen o se hacen?
Para empezar, se trata de aquellas persona que tiene una habilidad innata para inspirar a otros y guiarlos hacia un objetivo común. Son capaces de tomar decisiones rápidas y efectivas en momentos de crisis, y tienen una fuerte capacidad de comunicación.
Por lo general, son esenciales en cualquier organización, ya que son capaces de movilizar a los empleados y lograr que trabajen en equipo para alcanzar los objetivos de la empresa. También son excelentes motivadores, lo que permite que los empleados se sientan comprometidos con la organización.
Si bien no todas las personas nacen con el don del liderazgo, es posible aprender a ser un líder a través de la práctica y el entrenamiento. Si eres una persona dinámica y creativa, y tienes una buena capacidad de comunicación, es probable que seas un buen candidato para convertirte en una persona así.
Características de un líder nato.
Las personas que tienen dotes naturales de mando exhiben una serie de cualidades que las distinguen de aquellas que no lo son. Por lo general, tienen una clara visión de lo que quieren lograr, saben cómo comunicarla y están dispuestas a tomar riesgos.
Las siguientes son algunas de las características más comunes que comparten entre sí:
- Son flexibles: está dispuesto a adaptarse a las circunstancias. Sabe que no siempre es posible controlar todos los aspectos de un proyecto y está preparado para afrontar los imprevistos.
- Son comunicativos: es capaz de comunicar de manera efectiva su visión y sus objetivos a su equipo. Además, es bueno para escuchar a los demás y tomar en cuenta sus opiniones.
- Son creativos: es creativo y tiene diferentes formas de solucionar un problema, por lo que su enfoque no está limitado.
La mayoría de las personas nacen con ciertas cualidades que les permiten ser líderes, pero estas cualidades pueden ser cultivadas. Para empezar, hay que aprender a escuchar, a estudiar y a analizar. Hay que estar dispuesto a aprender de los demás y a tomar en cuenta las opiniones de las personas a nuestro alrededor. Hay que ser capaz de tomar decisiones y de asumir la responsabilidad por las mismas.
Cuando se trata de liderazgo, todos tenemos diferentes opiniones acerca de lo que constituye un buen ejemplo de esto. Algunos piensan que una persona al mando debe ser fuerte, decidida y que siempre debe tener la razón, mientras que otros ven mejor a la persona que da más libertad y confía en su equipo, pero al final, el mejor candidato siempre será el que sepa combinar las mejores cualidades o que sepa utilizar ciertos enfoques en momentos determinados.
Sea cual sea tu opinión, hay ciertas cualidades que todos pueden ir adquiriendo con la experiencia y el tiempo:
- Ser capaz de tomar decisiones rápidas y eficaces.
- Tener una buena capacidad de comunicación.
- Estar dispuesto a escuchar.
- Ser paciente.
- Tener una buena capacidad de resolución de problemas.
Si alguien quiere estar al frente de cualquier equipo, es importante que desarrolle estas características y, de ahí partir para desarrollar un estilo propio de mando.
¿De verdad es esencial?
Cuando se trata de liderazgo, muchas personas piensan en una sola cosa: un líder nato. Se cree que estas personas nacen con el don de la palabra, la capacidad de inspirar a otros y el carisma para dirigir a la gente en momentos de crisis. Sin embargo, la verdad es que se trata de personas con habilidades que se pueden aprender, por lo que considerar a alguien así como esencial es subjetivo. Esto se debe a que al final, cualquier persona puede llegar a esa posición.
Si bien es cierto que hay individuos que nacen con una mayor predisposición a dirigir, esto no significa que no puedan intentar ser guías efectivos. De hecho, la mayoría de la gente puede dirigir incluso sin darse cuenta, si están dispuestas a poner en práctica las habilidades necesarias.
En este sentido, las habilidades que se requieren son diversas, pero algunas de las más importantes se van mejorando con el tiempo, por lo que solo hay que enfocarse en cultivar bien el trabajo del personal.

Por esta razón, es importante ser consciente del empeño que se pone en uno mismo y, estar dispuesto a corregir errores en la práctica. Esto quiere decir que hay que estar dispuesto a mejorar continuamente. Solo así será posible llegar a un punto en nuestra carrera donde los demás nos vean y crean que somos los ideales para dirigir a cualquier equipo.