Puede ser fácil sentirse abrumado y estresado cuando se intenta aprender por cuenta propia, pero es importante mantenerse concentrado y relajado. En este aspecto, una de las mejores herramientas que tienen las personas son las guías de autoestudio. En éstas es posible encontrar la solución a arduas horas de trabajo y obtener el conocimiento necesario para aprender.
Aun así, es necesario tomar descansos, manteniendo la disciplina con sesiones de estudio regulares y cumplirlas. Después de todo, estudiar por cuenta propia requiere mucha motivación y dedicación. Por esta razón conviene saber más sobre este tema y ver como una guía puede ser un gran apoyo cuando simplemente no sabemos por donde comenzar.
¿Qué es una guía de autoestudio?
Es un libro o hasta un curso en línea que ayuda a aprender una materia por cuenta propia, sin la orientación de un profesor. Pueden ser muy útiles, pero también requieren mucha disciplina, ya que hay que ser capaz de seguir un horario y esforzarse por aprender el material. Por esta razón, si no se está seguro de poder asumir esa responsabilidad, quizá sea mejor ir a una clase tradicional.
Prácticamente el concepto de autoestudio, se trata simplemente de aprender material por tu cuenta sin la ayuda de nadie más. Esto puede hacerse con libros, recursos en línea y a través de la prueba y el error. Lo mejor del autoaprendizaje es que es flexible y puedes aprender a tu propio ritmo.
Una vez que hayas aprendido lo básico, puedes pasar a material más avanzado. También puedes complementar tu lectura con recursos y tutoriales en línea. La prueba y el error son también una buena manera de aprender, especialmente cuando se trata de temas prácticos como la programación o la cocina. En este sentido, es una practica que se puede aplicar a cualquier área.
Aspectos básicos.
Una guía de autoaprendizaje es una poderosa herramienta que puede ayudarte a aprender nuevo material o a repasar la información existente. Si se utiliza con eficacia, puede ahorrar tiempo y mejorar la comprensión de la materia. Para que funcione correctamente, debe tener algunos elementos básicos.
- Formato conveniente. Pueden tener la forma de un libro de texto tradicional, un libro electrónico, archivos de audio, archivos de vídeo o una combinación de estos formatos.
- Poder organizar y darle sentido a la información. En otras palabras, es flexible y permite que se pueda reorganizar la información de forma que ayude a entenderla y recordarla mejor.
- Uso de apoyos. Las ayudas al estudio, como las tarjetas de memoria, los dispositivos mnemotécnicos y las preguntas de práctica, pueden ser muy útiles cuando se trata de aprender un nuevo material.
- Pruebas y exámenes de práctica. Otra forma estupenda de aprender material nuevo es hacer pruebas y exámenes de práctica. Esto no sólo ayudará a aprender el material, sino que también dará una mejor comprensión de cómo se evaluará el material en un examen real.
- Secciones para maestros. A pesar de ser autoestudio, también es posible contar con el apoyo de profesores. Esta información puede ser muy útil para identificar las áreas que necesitan ser mejoradas.
Beneficios.
Utilizar una guía de autoestudio tiene muchas ventajas. Una de las más importantes es que puede ayudar a aprender de forma más eficaz. Cuando se utiliza este apoyo, es posible adaptar el material al estilo y ritmo de aprendizaje de cada estudiante. Esto significa que se puede dedicar más tiempo a los temas que resultan más difíciles y menos a los que son más fáciles.
También son muy buenas porque ahorran tiempo. No se tiene que asistir a clases si se tiene la suficiente disciplina para estudiar, por lo que cada quien puede organizar su tiempo libre. En este aspecto, cada estudiante puede centrarse en el material más relevante para si mismo y sus objetivos.
Otro punto importante es que también puede ahorrar dinero. No se tiene que pagar clases o libros de texto caros. Es posible encontrar todo el material necesario en la guía porque suelen estar muy completas.
¿Cómo utilizarla?
La mayoría de estos recursos son muy intuitivos, pero pueden utilizarse de diversas maneras, dependiendo del estilo y necesidades de cada persona. Aun así, hay ciertos aspectos básicos que pueden considerarse para tener una buena sesión de estudio.
Comienza por leer la introducción y la visión general del material. Esto te dará una buena idea de lo que abarca la guía y de cómo está organizada. Lee todo el documento para hacerte una idea del alcance del material. Esto te ayudará a determinar en qué partes debes centrarte y qué partes puedes ojear.
Crea un programa de estudio para ti, incorporando el estudio a tu rutina diaria o semanal. Asegúrate de dedicar el tiempo suficiente para completar las tareas a tu propio ritmo. Decide el tiempo que quieres usar para estudiar cada día y, a continuación, fija ese horario en tu calendario. Apégate a tus horas lo mejor que puedas, y trata de evitar saltarte cualquier sesión de estudio.
Para concentrarte en tus estudios, es importante encontrar un lugar tranquilo donde puedas trabajar sin interrupciones. Puede ser una habitación de tu casa, o incluso una biblioteca local o una cafetería. Apaga cualquier distracción como tu teléfono y las redes sociales, y date tiempo para concentrarte.
Revisar, repasar y mejorar.
A medida que vayas leyendo la guía, toma nota de los conceptos o términos que no te resulten familiares. Investiga estos temas más a fondo para que tengas una comprensión completa del material. Asegúrate de realizar todos los ejercicios y pruebas incluidos. Éstos te ayudarán a reforzar lo que has aprendido y a identificar las áreas que necesitan más estudio.
Después de completar la guía, tómate un tiempo para repasar el material. Esto te ayudará a consolidar tu comprensión y te preparará para cualquier prueba o examen que pueda estar relacionado con los temas vistos. Mientras estudias, puede ser útil hacer pruebas o exámenes de práctica. Esto no sólo te ayudará a evaluar tu comprensión de los conceptos, sino que también te dará una mejor idea de lo que puedes esperar, además de que hay muchos recursos en línea para practicar.
No subestimar el descanso.
Mientras trabajas en las tareas, toma descansos cuando los necesites. Es importante que te concentres, pero si te sientes abrumado o atascado, no pasa nada por dar un paso atrás y volver a hacerlo más tarde. Tu cerebro necesita tiempo para procesar la información, así que asegúrate de dormir lo suficiente cada noche. También debes tomar ligeros descansos durante tus sesiones de estudio y permitirte un tiempo para relajarte y desestresarte.