Las platicas o los textos pueden ser amplios o específicos, en función de lo que el escritor quiera tratar. En este sentido, el asunto puede ser algo tan amplio como la historia del mundo o tan pequeño como la anatomía de un insecto.
Para estas situaciones, las generalidades suelen incluir información sobre su alcance, aspectos comunes y otros puntos de interés de manera resumida, lo cual nos ayuda a darnos una idea general sobre la cuestión que será tratada en el documento. Al entender los fundamentos, estarás mejor equipado para ir más allá del nivel superficial y proporcionar información valiosa a los lectores desde un principio.
Generalidades de un tema.
Pueden definirse como las líneas generales de lo que trata un texto. Pueden incluir hechos, cifras y otra información que ofrezca a los lectores una comprensión universal del contenido tratado. La redacción de un documento puede ser sobre cualquier cosa, tanto algo de interés o que creas que puede interesar a tus lectores, pero cuando se lee algo por primera vez es difícil captar la idea principal al principio.
Por esta razón existe este instrumento, ya que son los puntos básicos o esenciales, las cosas más importantes que hay que saber sobre la discusión o en lo que la mayoría de la gente se centraría al hablar. Una de sus funciones principales es ayudar a formar una comprensión básica de un tema, y pueden ayudar a tomar decisiones más informadas.
Sin embargo, cada contenido tiene algunas especificidades que deben incluirse para que sea completo. En este aspecto, dicho concepto incluye, entre otras cosas, la historia o hechos importantes y hasta la definición de términos. Al incluir estas generalidades en un artículo, los lectores comprenderán mejor lo que están leyendo y podrán sacar sus propias conclusiones basándose en la información.
Por lo regular, se pueden hacer siguiendo una estructura básica que responda a ciertas preguntas o que nos permita entender el asunto en cuestión de una manera simplificada:
- Propósito: ¿Cuál es la razón para discutir esto?
- Sujeto: ¿De qué se habla?
- Alcance: ¿Qué se incluye en la discusión?
- Argumentos: ¿Qué dice la gente?
- Tesis: ¿Cuál es el punto principal de la discusión?
Una vez que se responden estas preguntas, se puede crear una referencia cuya función es simplificar y agrupar la información. De este modo, podemos recordar fácilmente los puntos principales, además de que es más sencillo desarrollar una imagen mental de cualquier tema. Esto permite establecer conexiones entre distintos elementos de información conforme la vayamos leyendo y, por ende, la comprensión de lo que ocurre y el análisis de datos es más fácil.
¿Qué es una generalización?
Es una afirmación amplia y universal sobre un grupo o categoría de cosas en particular. En algunos casos, pueden ser subjetivas e inexactas. Sin embargo, también pueden ser herramientas útiles cuando se trata de entender un tema complejo o un grupo de personas. Esto se debe a que los asuntos a debatir pueden ser muy amplios y complejos, por lo que se necesita un apartado que muestre la información de manera condensada y comprensible para todos.
En este caso, la generalización es una afirmación sobre un documento en concreto. Cuando escribimos, utilizamos las generalidades para captar la esencia de un tema de forma que se entienda fácilmente. De esta forma, tenemos a la mano una herramienta que nos ayuda a comunicar nuestras ideas con mayor eficacia y pueden hacer que nuestra escritura sea más interesante y atractiva.
Consejos para redactar generalidades.
Cuando intentas escribir sobre un algo complejo, puede ser difícil encontrar ejemplos concretos que ilustren tu punto de vista. En su lugar, utiliza este medio para captar la esencia del asunto. Por ejemplo, puedes decir que «todo el mundo experimenta estrés en algún momento de su vida» o «la gente siempre busca formas de mejorar sus finanzas». Estas afirmaciones son amplias y generales, pero siguen proporcionando información importante que nos da una idea de lo que leeremos o hablaremos más adelante.
Algo que hay que recordar es que este concepto no funciona si no se aportan pruebas que las respalden. En este aspecto, es importante mencionar que no son opiniones y que siempre deben ir respaldadas por el documento que las precede.
Al escribir sobre un tema, es importante abarcar el mayor número posible de generalidades. Esto ayudará a los lectores que no estén familiarizados con el texto a entenderlo sin tener que leer largos párrafos de información. Además, al proporcionarlas, se deja espacio para que los lectores puedan hacer sus propias interpretaciones y perspectivas.