La composición visual es un elemento fundamental que ayuda a resaltar la belleza en todo tipo de obras de arte. Es especialmente importante cuando se trata de fotografía, pintura e incluso diseño gráfico. Sin embargo, para entenderla mejor, se debe saber que puede ser formal o informal, y comprender las diferencias entre ambas puede ayudar a crear imágenes asombrosas con una narrativa impactante.
Después de todo, ambos estilos pueden utilizarse para crear imágenes visuales impactantes, pero suelen emplearse con fines distintos. En este aspecto, la apreciación de la belleza de cada pieza termina siendo un elemento subjetivo, determinado por los gustos de cada persona. Aun así, hay detalles de cada enfoque que pueden generar un sentimiento en todos nosotros.
Composición formal.
Consiste en una cuidadosa disposición de los elementos visuales, como formas, líneas, colores, texturas y formas, de forma equilibrada que crea un efecto agradable a la vista. En este sentido, se centra en la simetría, la armonía y el orden entre los elementos visuales.
El objetivo es crear visuales que sean estéticamente agradables equilibrando la claridad y la oscuridad, el espacio positivo y negativo, los tonos cálidos y fríos, o los bordes duros con los bordes suaves. Este tipo de formalidad se utiliza normalmente en anuncios comerciales o presentaciones que necesitan impactar en cuestión de segundos para que los espectadores puedan recordar rápidamente el producto o la idea que se les presenta.
Composición informal.
Aquí en cambio, se crea una tensión interesante entre los elementos visuales utilizando un equilibrio asimétrico, formas irregulares y una colocación impredecible. A diferencia de su contraparte formal, son menos estructuradas y se centran en crear un impacto por medio del desorden, como con contrastes entre la claridad y la oscuridad o el espacio positivo y negativo.
Esto da a los elementos visuales más movimiento sin dejar de ser atractivos, porque utiliza ángulos únicos o yuxtaposiciones inesperadas entre elementos que llaman la atención de los espectadores. Este estilo se utiliza a menudo en la fotografía artística, porque requiere más tiempo para que el espectador aprecie sus complejidades, en lugar de echarle un vistazo rápido.
¿Por qué es importante conocer la diferencia?
Conocer la diferencia entre ambos enfoques es esencial para cualquier artista que quiera que sus imágenes destaquen entre la multitud, ya sea para uso comercial o para expresión personal. Si se intenta crear un anuncio comercial en el que se busque que el publico entienda el mensaje rápidamente, lo más adecuado sería utilizar un estilo con orden, ya que suele tener más estructura, con tonos más claros o menos elementos, lo que facilita que la gente lo descifre rápidamente.
Por otra parte, si se trabaja en la creación de una obra de arte personal, entonces puede ser mejor un enfoque informal, ya que permite más libertad con las paletas de colores o añadiendo detalles excesivos, lo que transmite más emoción que si se hiciera estructuradamente, debido a su naturaleza impredecible. Esto se debe a que es visualmente estimulante, y sigue siendo interesante al tiempo que mantiene el equilibrio entre los elementos.
Usos.
Las composiciones formales suelen mostrar fotografías sencillas pero hermosas que tienen un punto focal claro con un equilibrio simétrico, como flores de colores colocadas ordenadamente delante de un fondo blanco o un cielo cristalino sobre una playa iluminada por el sol y llena de bañistas. Todos estos elementos son fotografiados desde una vista aérea que resalta perfectamente sus formas.
Las composiciones informales tienden a mostrar fotos con más sombras, ruidos y detalles de fondo, perspectivas y ángulos exagerados, como primeros planos abstractos que enmarcan objetos dentro de objetos. Esto puede incluir ejemplos como pájaros de ojos brillantes que anidan en mechones de hierba o un cielo gris lleno de nubes turbulentas que transmiten emociones poderosas sobre lo que ocurre sin necesidad de palabras ni explicación alguna.
Conociendo nuestras herramientas.
Cuando se trata de crear arte visual, comprender la distinción entre composiciones informales y formales puede ser una valiosa herramienta en el arsenal del artista. Al adoptar el flujo orgánico de la informalidad o la precisión calculada de la formalidad, un artista puede dar vida a su obra de un modo único.
Ya sea mediante el equilibrio de las formas simétricas o la energía libre de una disposición impredecible, la elección puede dar forma al tono, el estado de ánimo y el mensaje de una obra. En este aspecto, es como tener las llaves para abrir nuevas dimensiones de expresión y comunicación. Al comprender estos enfoques, los artistas pueden elevar sus creaciones a nuevas alturas y profundizar en su propio proceso creativo. Después de todo, no necesariamente tienen que ser estilos en conflicto entre si, sino que pueden complementarse y volverse una fuerza para cualquier trabajo visual.