En la materia están presentes cosas que no son visibles a simple vista, siendo los átomos el ejemplo más notable de esto. Cuando éstos se juntan entre si, ya sean del mismo tipo o con diferentes características se forman lo que conocemos como un enlace y en este caso, uno de los más importantes que se forman es el irónico.
Existen más tipos y todos en conjunto le dan sentido a la materia que forma nuestro universo, ya que puede haber unos que solo se presenten en compuestos metálicos, otros solo con partículas orgánicas y en algunos casos una combinación de todo. Conocer las propiedades de este caso en particular nos permitirá entender de una mejor forma el mundo a nuestro alrededor y ese pequeño universo microscópico del que esta formado.
Enlace iónico.
Se da cuando hay una gran diferencia de electronegatividad, normalmente una diferencia de 1.7, entre los elementos que van a formar el enlace, siendo estos un metal y un no metal. Uno de sus rasgos más distintivos es la transferencia total de sus electrones de un átomo a otro, formando partículas cargadas conocidas como iones y que es como recibe su nombre.
Cargas, aniones y cationes.
Como siempre va a haber partículas que pierdan y ganen electrones, las cargas que tendrán éstos serán tanto positivas como negativas, por lo que simplemente hay que distinguir a que elemento le corresponde la ganancia y la perdida.
- Metales. Pierden electrones, haciéndose positivos y formando cationes.
- No metales. Ganan electrones, por lo que se hacen negativos y forman aniones.
El principio de la unión de los compuestos iónicos es simple, ya que solamente se trata de que los opuestos se atraen entre si. Otro de los principios que siguen naturalmente los átomos en este caso, es la regla del octeto, que consiste en tener 8 electrones en la ultima capa de su configuración.
Propiedades.
Debido a la naturaleza de esta unión, el nuevo compuesto adquiere distintas propiedades que se pueden ver a simple vista, es decir, las físicas y otras que modifican más su estructura o su composición, es decir, las químicas.
- Alto punto de fusión y ebullición. Una vez formado, el enlace iónico requiere una gran cantidad de energía para romperse, por lo cual las temperaturas de este tipo de compuestos suelen ser más altas de lo normal.
- Cristales. Es común verlos formar estructuras cristalinas, aunque también pueden tomar otras formas.
- Conductores de la electricidad. Normalmente se cree que los líquidos son conductores, pero lo que sucede en realidad es que tienen algún compuesto de este tipo disuelto en su composición.
- Solidos y frágiles. Existen en estado solido, pero no suelen ser muy resistentes, ya que se pueden deshacer con relativa facilidad.
La sal de mesa que se utiliza en cualquier casa es un buen ejemplo del enlace iónico, ya que si se ven fijamente se podrá notar que esta formado por pequeños cristales, su punto de fusión se alcanza hasta los 800°C y cuando se disuelve en agua, ésta se vuelve conductora de la electricidad. También se puede ver por su formula química, NaCl, que efectivamente, se da entre un metal, el sodio, y un no metal, el cloro.