La pregunta es una herramienta importante en el aprendizaje y la investigación. Puede ayudar a recopilar información de forma rápida y eficaz, y también puede utilizarse para probar teorías. Sin embargo, debido al tipo de respuesta que busquemos, éstas pueden ser abiertas y cerradas, siendo cada una adecuada para diferentes situaciones.
En este aspecto, dicho tema es importante porque saber como utilizar dicha herramienta nos puede garantizar obtener información y relevante sobre lo que investiguemos. Por esta razón, hay que concentrarse y escuchar con atención para recopilar todos los datos necesarios. De este modo, podremos tener una idea más detallada y comprenderemos mejor tanto las ideas como las opiniones de la gente.
¿Qué es una pregunta cerrada?
Son preguntas que no permiten más respuestas que «sí» o «no». Se utilizan en encuestas y entrevistas para recabar información sin dar a la gente la oportunidad de explicar detalladamente sus ideas. También son útiles cuando se quiere medir el interés de un determinado grupo de individuos sin que hablen demasiado.
Si bien parece ser un formato que no permite mucha libertad para expresarse, la realidad es que tiene su razón de ser y es un instrumento útil en ciertas situaciones. Una forma de entender esto es analizando sus características, ya que así se podrá ver que incluso una palabra corta puede decir muchas cosas.
Características de las preguntas cerradas.
A pesar de todo, pueden ser difíciles de contestar. A veces parece que tienen una solución obvia, pero si intentas contestarlas, descubrirás que no puedes. Esto se debe a que tienen ciertos rasgos que las hacen diferentes. Para empezar, pueden ser creadas de modo que vayan dirigidas a cierto publico objetivo, lo cual hace que se requiera cierto conocimiento o se tenga algún aspecto demográfico para saber que contestar.
Por esta razón, pueden ser frustrantes y desalentadoras, especialmente si estás buscando una respuesta, pero también por esto es que son un instrumento complejo que no solo requiere unas cuantas palabras y ya, sino que es un trabajo estructurado y meditado.
- Se plantean como preguntas de sí o no.
- Tienen un formato de una sola palabra.
- Requieren una respuesta sencilla.
- Se utilizan en encuestas, exámenes, etc.
- Dependiendo del cuestionario, la solución puede elegirse entre varias opciones.
Como se puede ver, también suelen tener una respuesta específica que el encuestador conoce, de modo que hay ciertos parámetros que se eligen antes y que de cierta forma determinan también la dirección que toman las respuestas.
En este sentido, hay varios tipos y cada una tiene sus propias características que la convierten en una herramienta eficaz para la investigación o para la reafirmación de conocimientos.
Están las de opción múltiple, que están estructuradas de modo que las personas solo elijan lo que crean que es correcto. También están las de verdadero-falso, donde se presentan dos alternativas y se debe elegir cuál es la correcta. Aunque se puede discutir el hecho de que entren en esta categoría, es una realidad que tienen características similares a las cuestiones de «si» o «no».
Un propósito especifico.
Las preguntas cerradas son una buena forma de recabar datos de ciertos grupos. Después de todo, al plantear una cuestión difícil o imposible de responder, te aseguras de que sólo la responderán quienes estén interesados en el tema. Además, suelen tener requisitos específicos que deben cumplirse para obtener una solución satisfactoria. Esto las hace ideales para las pruebas u otras actividades que requieran conocer información muy especifica.
Incluso cuando se trata de socializar, una de las mayores preocupaciones de la gente es parecer o sentirse abrumada. Es difícil saber cuándo hay que dejar de hablar y empezar a escuchar. La clave es ser consciente de las preguntas que se hacen y de cómo afectan a las personas. En este aspecto, se puede ver que las respuestas que son solo cortas y no requieren una explicación también pueden ser muy útiles en cualquier conversación.