Debido a la propia naturaleza del ser humano, estamos acostumbrados a vivir en sociedades como parte de un grupo donde se siguen reglas, pero también donde podemos ser nosotros mismos. Es en este aspecto donde salen a relucir características individuales que podemos denotar como asuntos privados.
Si bien como parte de una sociedad o de un grupo, hacemos muchas cosas en conjunto, también es una realidad que muchas de las acciones que tomamos son para nuestro beneficio propio y no tienen ningún efecto en nuestro entorno o en los demás. Por esta razón en este tema se hace una distinción muy clara que vale la pena entender.
Asuntos privados.
Se trata de todo aquello de una índole personal o individual que sólo compete a una persona en cuestión porque son cosas que no tienen mucha importancia o no tienen un gran efecto en la vida pública. De igual forma, agentes externos no tienen poder sobre las decisiones o las acciones que se tomen.
El actuar de la gente está regido por una serie de decisiones que toman, pero como la mayoría de éstas sólo tienen un interés para los involucrados, es cuando se empiezan a considerar en la categoría de lo personal. En este caso, además de nuestras elecciones también pueden estar incluidos nuestros gustos o hasta las creencias.
Características.
Como se mencionó, son de carácter individual, y los demás no tienen influencia en el desarrollo de estas actividades. En este sentido, no sólo es algo que se haga por cuenta propia, porque también se puede dar en un pequeño grupo cuando las acciones de éste no tienen un gran efecto en el entorno.
Por eso es que el interés que se tiene en este tipo de asuntos sólo recae en las personas involucradas. De modo que, si se define un grupo, tal como el de la familia, o simplemente un individuo, se tiene un espacio privado donde los demás no tienen influencia y sus palabras no tienen peso en nuestras decisiones.
Ser público.
Con todo lo que se ha mencionado, se puede entender que los agentes externos quedan fuera de todo lo que engloba lo personal. Sin embargo, cuando esta clase de asuntos se convierten en cosas de interés común, es entonces cuando tienen una dualidad, porque también poseen atributos de carácter público.
En este caso, se puede hacer una distinción de lo que es completamente privado.
- Preferencias.
- Creencias.
- Pasatiempos.
- Elección de carrera.
- Elección de pareja.
Y también de lo que llega a adquirir un carácter público.
- La educación.
- La salud.
- Trabajo.
- Seguridad.
En el segundo caso, algunos puntos podrían considerarse individuales, ya que cada quien podría decidir si educarse o atender con un médico, pero como el estado tiene la obligación de brindar estos servicios y de cuidar su calidad, adquieren un interés común donde a todos les conviene que la población esté bien educada, que no está enferma, que tenga los medios para sustentarse por sí mismos e incluso que pueda realizar todas estas actividades en un ambiente armonioso y seguro.
Esto nos muestra que a pesar de querer mantener algo completamente en nuestro propio círculo, por el simple hecho de pertenecer a una sociedad a veces esto no es posible, ya que hay que regirse por las normas y hasta por las restricciones que se marcan para que todos podamos convivir adecuadamente y haya bienestar general.