Es esencial que los niños sigan las reglas en la escuela para que puedan aprender a vivir y trabajar juntos en armonía en el futuro. Las normas ayudan a crear un entorno ordenado en el que todos conocen su papel y sus responsabilidades. En este aspecto, un elemento muy importante para cumplir este objetivo son los acuerdos de convivencia.
Las normas mantienen la organización y el buen funcionamiento de las cosas. Ayudan a las personas a saber lo que se espera de ellas, ayudan a evitar las discusiones y los conflictos, además de que promueven la cooperación y el respeto. En este caso, si se quiere ser parte de una sociedad donde todos convivan en paz, es mejor empezar desde temprano a ver como influyen los valores que se practican día a día.
¿Qué es un acuerdo de convivencia?
Son un tipo de acuerdo entre las instituciones y sus comunidades. Éstos suelen tener como objetivo abordar cuestiones problemáticas que pueden obstruir la sana convivencia de los miembros de la sociedad, por lo que se busca un punto donde todos estén coexistiendo sin dificultades. En este aspecto, se establecen las expectativas que se espera de la gente y, ayuda a garantizar que todas las partes implicadas trabajen para conseguir objetivos comunes.
Es común verlos en los ambientes escolares como un medio para preparar a los niños a integrarse adecuadamente a la sociedad, mostrándoles las formas adecuadas de interactuar con otras personas. En este aspecto, son beneficiosos tanto para la escuela como para la comunidad implicada. Trabajando juntos, ambas partes pueden esperar mejorar la calidad de vida de los alumnos.
¿Cómo se crea?
Cuando se trata de escuelas y sus comunidades circundantes, siempre existe la posibilidad de que surjan conflictos. Esto es especialmente cierto en los casos en que una comunidad considera que los niños o los maestros no reciben el mismo nivel de respeto. Para evitar que estos conflictos se vayan de las manos, muchas escuelas han elaborado acuerdos de convivencia escolar.
Para crearlo con éxito, es importante tener en cuenta algunos factores clave. En primer lugar, debe adaptarse específicamente a las necesidades del lugar. La comunicación entre ambas partes es crucial. Sin una comunicación regular, un acuerdo puede no ser eficaz ni sostenible. Por último, es importante hacer un seguimiento de los progresos realizados para garantizar el éxito continuado.
¿Qué debe incluir?
Un acuerdo de convivencia escolar debe crearse para garantizar que tanto los alumnos como los educadores se sientan cómodos en presencia del otro. El acuerdo debe definir las expectativas de comportamiento, comunicación y seguridad. Es importante que todos comprendan y respeten los términos para crear un entorno escolar armonioso. Por esta razón también debe incluir una explicación de las consecuencias que se pueden imponer si se incumplen las reglas.
Los niños deben mantener una serie de reglas básicas en la escuela para mantener el orden y respetar a los demás. Estas son algunas de las reglas que deben seguir los niños:
- Respetar a sus maestros y compañeros.
- No hacer ruido en clase.
- Levantar la mano para hablar.
- No comer en clase.
- Hacer todas las tareas escolares.
- Acatar las decisiones de los maestros.
- No pelear en con los demás.
- Mantener limpia el aula.
A pesar de son actitudes relevantes para la escuela y durante el tiempo que se está en clases, no necesariamente se limitan a esto. También se destacan ciertos hábitos que promueven una vida saludable en el hogar. Los niños deben levantarse temprano y estar listos para la escuela a tiempo. Deben cepillarse los dientes, lavarse la cara y peinarse antes de salir. Deben llevar todos los útiles que necesitan para sus clases y así no tener dificultades para realizar las actividades.
Importancia y fundamentos.
Es importante porque ayuda a crear un entorno de aprendizaje pacífico y respetuoso para todos los alumnos. También puede ayudar a prevenir conflictos entre las personas. En este sentido, puede ser creado por la escuela, los maestros o hasta los mismos alumnos, de modo que todos se vean involucrados en la creación de reglas con las que todos estén de acuerdo.
Es importante considerar los objetivos del acuerdo. Estos pueden incluir la prevención de conflictos, el fomento de la comunicación y la garantía de la seguridad. También es necesario crear expectativas claras para todas las partes implicadas en el acuerdo. Esto incluye especificar qué comportamientos se consideran aceptables e inaceptables en la escuela.
De igual forma, hay que asegurarse de que todos los implicados en el acuerdo entienden sus funciones y responsabilidades. En este aspecto, se sigue el principio de respeta y serás respetado, por lo que se le hace entender a la gente que sus actitudes serán reciprocas, por lo que a todos les conviene portarse adecuadamente.